BARCELONA.- "Tenemos derecho a la libertad, a vivir en paz, fuera de un Estado que no hace otra cosa que imponer (...) Hoy, en esta jornada de esperanza y sufrimiento, los ciudadanos de Cataluña nos hemos ganado un Estado independiente en forma de República".
Fueron las declaraciones de Carles Puigdemont, el presidente del Gobierno catalán, tras una polémica jornada de votaciones y enfrentamientos con la policía en el referéndum independentista que se llevó a cabo hoy.
Tras semanas de expectación, Cataluña realizó sus prometidos comicios, donde más de 5,3 millones de catalanes estaban llamados a responder con Sí o No a la pregunta "¿Quiere que Cataluña sea un Estado independiente en forma de república?".
La instancia fue calificada como "ilegal" y "anticonstitucional" por el Tribunal Constitucional y el Gobierno español, que buscó impedir el desarrollo de los comicios. La Policía Nacional y la Guardia Civil clausuraron 92 colegios electorales, de un total de 2.315 locales de votación.
Al cierre de la jornada, las autoridades catalanas informaron de 844 heridos. El Gobierno español, por su parte, informó de 19 agentes de la Policía Nacional y 14 de la Guardia Civil que resultaron heridos.
Puigdemont acusó a Madrid de ejercer un "uso injustificado, irracional e irresponsable de la violencia" y aseguró que "el Estado español ha escrito hoy una página vergonzosa de su historia de relación con Cataluña, tristemente no es la primera vez".
Pero el jefe de gobierno español, Mariano Rajoy, contestó que las fuerzas de seguridad "han cumplido con su obligación y con el mandato que tenían de la justicia".
Al final de la jornada, cuando ya eran las primeras horas del lunes en España, las autoridades catalanas informaron los resultados oficiales de los comicios. Con un total de 2.262.424 votos escrutados, la opción del Sí se impuso por un 90,09%, con más de 2 millones de votos.
El No, en tanto, obtuvo un 7,87% y los votos nulos y blancos sumaron cerca de un 3%. Aunque se trata de una participación inferior a la mitad del censo electoral, el Gobierno catalán lo recibió como una victoria, pues organizaciones independentistas habían informado previamente que con un millón de votos se cumplía la expectativa de participación.
Los resultados no consideran las papeletas que lograron ser requisadas, y el Gobierno catalán asegura que al menos 670 mil personas no pudieron hacer efectivo su voto.
Puigdemont anunció, además, que llevará los resultados al Parlamento catalán, buscando la independencia unilateral.