DAMASCO.- Las tropas del régimen sirio y sus aliados entraron la noche del miércoles en la última ciudad de Siria controlada por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
"Las unidades del ejército y las fuerzas aliadas franquearon las defensas del EI y entraron en Bukamal, librando violentos combates en la ciudad", indicó la agencia oficial SANA.
Tras haber retrocedido en la provincia de Deir Ezzor ante la ofensiva del régimen y ante otra llevada a cabo por una coalición árabo-kurda, los yihadistas se atrincheraron en Bukamal, en la provincia petrolera de Deir Ezzor, cerca de la frontera con Irak.
A principios de noviembre, el grupo EI había perdido la ciudad de Deir Ezzor, capital de la provincia homónima y última gran ciudad bajo su control en Siria y en Irak. Fue recuperada por el régimen con el apoyo crucial de sus aliados ruso, iraní y el Hezbolá libanés.
Aunque Bukamal sea una ciudad más pequeña que Deir Ezzor, su captura privaría al EI de la última zona urbana de su "califato", autoproclamado en 2014 en los amplios territorios que conquistó entre Irak y Siria, y que ahora se hunde.
Gran número de desplazados
Apoyadas las últimas semanas por los bombardeos intensos de la aviación militar rusa, las tropas sirias avanzaron hacia Bukamal desde el sur y el oeste.
Desde el este, del otro lado de la frontera, las fuerzas iraquíes acorralaron al grupo EI en una zona fronteriza.
"El avance en dirección de Bukamal se inició luego de que las tropas y sus aliados, así como las fuerzas iraquíes se encontraran en la frontera entre los dos países", según SANA.
Según una fuente de las milicias prorrégimen, combatientes del Hezbolá chiita avanzaron hacia Bukamal el miércoles. "Una parte de los combatientes atravesaron la frontera en Irak, con ayuda de unidades de las fuerzas paramilitares iraquíes de Hashd al Shaabi para bordear Bukamal y después rodearlo por el flanco norte".
El Hashd al Shaabi, dominado por fuerzas chiitas, ayuda a las tropas gubernamentales iraquíes en su combate contra el EI.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), soldados prorrégimen combatían contra el EI en la zona sudoeste de Bukamal, respaldados por fuertes bombardeos.
"Soldados prorrégimen atacaron la localidad y se hicieron con partes de ella", dijo la oenegé, con sede en Reino Unido.
"Hay ataques aéreos y de artillería, pero no está claro si los bombardeos son por parte de aviones de guerra sirios o iraquíes", dijo el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
Decenas de miles de personas se vieron desplazadas por los combates en la provincia de Deir Ezzor, muchas de los cuales viven en difíciles condiciones en campamentos instalados en el desierto.
Según Linda Tom, de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU en Damasco, unas 120.000 personas se vieron desplazadas en las últimas semanas.
Capacidad para atacar
El grupo ultrarradical sunita se hizo con casi toda Deir Ezzor y con su provincia, rica en petróleo, en 2014, aprovechando el caos existente en Siria con la guerra que había comenzado en 2011.
Actualmente el EI apenas controla algunas ciudades y pequeñas localidades y al menos un campo petrolífero en la provincia de Deir Ezzor, según el OSDH.
En los últimos meses, el EI sufrió un revés tras otro en Siria e Irak, donde a las fuerzas iraquíes solo les falta recuperar la localidad de Rawa y sus alrededores desérticos en la provincia occidental de Al Anbar, fronteriza con Siria, para terminar con los yihadistas en el país.
A pesar de sus derrotas, EI logra cometer sangrientos atentados.
El sábado, al menos 75 civiles murieron en un atentado con coche bomba cometido por el grupo yihadista en la provincia de Deir Ezzor.
El conflicto en Siria, que comenzó con manifestaciones reprimidas por el régimen, se convirtió en una compleja guerra con múltiples actores extranjeros. Más de 330.000 personas murieron y millones de sirios se vieron obligados a abandonar sus hogares.