SANTIAGO.- No es un secreto que el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene una relación bastante mala con diversos medios de comunicación de ese país, como CNN, The New York Times o The Washington Post, a los que ha acusado constantemente de emitir "noticias falsas". Y al parecer, esta enemistad dio un paso más allá y afectaría a un millonario negocio.
Sucede que, de acuerdo a la prensa local, el Gobierno estadounidense estaría poniendo trabas a la millonaria fusión entre los gigantes AT&T y Time Warner anunciada hace un año, la cual se haría por una suma de 85.400 millones de dólares y crearía un gigante en el sector de las telecomunicaciones y los medios.
Así, la condición principal para permitir este negocio sería la venta de parte de Time Warner de Turner Broadcasting, la matriz de CNN y de otros canales como HBO, TNT, Cartoon Network, Chilevisión y CNN Chile.
La otra opción dada por las autoridades norteamericanas para autorizar esta fusión es que AT&T se deshaga de la plataforma de televisión DirecTV.
Las razones esgrimidas por el Departamento de Justicia tienen relación con que esta operación concentraría demasiado poder en una sola compañía, lo que complicaría la competencia en la distribución y creación de contenido audiovisual. No obstante, muchos apuntan a que esto también se trataría de una maniobra política dado la enemistad de Trump con la cadena de noticias.
Es más, según CNBC, citando fuentes del Departamento de Justicia, la venta de CNN lo habría propuesto AT&T para así destrabar la operación, enviando una clara señal política a la Casa Blanca. Sin embargo, esto fue desmentido por el consejero delegado de la empresa, Randall Stephenson.
"Durante este proceso, nunca he ofrecido vender CNN y no tengo intención de hacerlo", dijo en un comunicado.
Por su parte, el director financiero de AT&T, John Stephens, reconoció que el momento del cierre del acuerdo de fusión es "incierto" debido a la marcha de las conversaciones con las autoridades.
El diario The Wall Street Journal informó que las dos partes no están cerca de alcanzar un acuerdo pese a que llevan meses de contactos para concretar esta fusión que, afirmaron en su momento, corresponde a una "integración vertical" necesaria para responder a nuevos competidores como Netflix, Amazon, Google o Facebook en el negocio audiovisual.