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Familiares de tripulantes del submarino argentino viven tensas horas de vigilia: "El ánimo está muy mal"

El psicólogo de la Armada trasandina, Víctor Hugo Duga, afirmó que la confirmación de que los ruidos captados en el fondo del mar no provenían de la nave perdida "fue devastador" para quienes esperan por sus seres queridos.

21 de Noviembre de 2017 | 11:31 | DPA/AFP
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Reuters
MAR DEL PLATA.- El ánimo de las familias de los 44 tripulantes del submarino argentino ARA "San Juan", desaparecido desde el 15 de noviembre, decae día a día y se agrava con cada desmentida de posibles pistas del sumergible.

Así lo advirtió hoy el psicólogo de la Armada, Víctor Hugo Duga, quien reveló que la confirmación de que los ruidos captados en el fondo del mar no provenían del submarino "generó una gran desilusión en los familiares (…) El ánimo está muy mal, muy mal", remarcó el psicólogo de la fuerza al canal A24, y declaró que al menos diez personas sufrieron descompensaciones al conocerse el parte oficial de que esos ruidos no eran del sumergible.

La esperanza de que fueran los tripulantes golpeando el casco de acero para emitir ruidos que fueran captados en la búsqueda se esfumó y, con ella, devino una nueva crisis.

Los familiares están reunidos en la Base Naval de Mar del Plata, 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, donde funciona el Comando de la Fuerza de Submarinos de la Argentina. La mayoría vive en esta ciudad porque es la base de los submarinos y el lugar de trabajo habitual de los tripulantes.

Ante la primera alerta de problemas, los familiares fueron contactados de inmediato por las autoridades de la Armada y se congregaron en la Base Naval a la espera de novedades. Allí reciben desde el primer día contención psicológica, médica y espiritual, también de otros submarinistas que quedaron en tierra.

El lunes se acercó al lugar el Presidente argentino, Mauricio Macri, para expresarles su apoyo y compañía. También reciben el apoyo de la población. Decenas de carteles cuelgan de las vallas que rodean la base. "Los esperamos", "Regresen pronto", "Fuerza argentinos", rezan algunos.

El psicólogo detalló que "hubo tres momentos muy graves" en el grupo de familiares. "El primero fue la no llegada del submarino en el día y la hora programada a la base", precisó. Luego fueron las confirmaciones de que las llamadas satelitales que se pensaban habían salido del submarino no habían sido tales. "Lo de anoche fue devastador", precisó.

"Empieza a brillar una lucecita y luego se apaga", expresó María Morales, madre de Luis, uno de los tripulantes, al llegar este martes a la Base Naval de Mar del Plata, epicentro de la espera de los familiares.

La principal preocupación del equipo médico y psicológico es la avanzada edad de algunos familiares, como por ejemplo padres y madres de entre 75 y 80 años que ya padecen alguna enfermedad de base. "Cada tres horas viene un almirante con un parte y se los lee, les explica la situación y las novedades. Para nosotros es el momento de más peligrosidad, en el sentido de que estamos cuidando a la gente desde el punto de vista de la salud", indicó. "La familia sabe de las tareas que cumplen los tripulantes del submarino. Es un puesto laboral de mucho riesgo y la familia lo sabe", advirtió.


María aseguró, no obstante, que prefiere estar acompañada en la Base Naval que en su casa. "A veces cuando nos vamos de acá nos bajoneamos (deprimimos), pero en la base estamos juntos dándonos apoyo", declaró al canal TN. El padre de otro tripulante, Jorge Villarreal, prefirió dar un mensaje de "optimismo y tranquilidad". "Mi fe está intacta, mi optimismo está igual. No me voy a ir de acá hasta que no vuelvan".

El último contacto del submarino "San Juan" fue el miércoles de la semana pasada, cuando se encontraba a la altura del Golfo San Jorge, a 240 millas náuticas (432 kilómetros) de la costa, al sudeste de la Península Valdés y unos 1.300 kilómetros al sur de la capital argentina.

El capitán de navío Gabriel Galeazzi, de la Base Naval de Mar del Plata, mencionó que el "San Juan" había reportado antes de su último contacto una avería en su sistema de energía. Por ese motivo, agregó, le ordenó al capitán de la nave iniciar el viaje de regreso por la ruta más directa a Mar del Plata.

Sin salir a la superficie el ARA San Juan tiene capacidad de oxígeno para su tripulación por siete días y siete noches. Lo que se desconoce, según la Armada, es si la máquina logró salir a la superficie. "Es una mezcla de sensaciones, dolor impotencia, por momentos esperanza. La sensación es que ya llegan, que nos van a decir hoy, 'Ya llegan'", afirmó María Morales.
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