SANTIAGO.- Las acusaciones de abuso sexual se han vuelto una tónica en las celebraciones de San Fermín, una de las más conocidas y multitudinarias de España. Los casos de jóvenes que, entremedio de las masivas concentraciones, corridas de toros y la distorsión, son intimidadas sin consentimiento, son una problemática que preocupa a las autoridades y agrupaciones sociales.
Uno de estos sacudió a la sociedad española y provocó la salida a las calles de miles de mujeres para pedir justicia. El caso es conocido como "La Manada", tal como se hacía llamar un grupo de cinco sujetos que fueron acusados de haber violado a una joven de 18 años, durante la fiesta de San Fermín celebrada en Pamplona, en 2016.
El proceso, que se realizó en su mayoría a puertas cerradas, cumplió sus dos últimas jornadas este lunes y martes, cuando tanto la parte acusadora -compuesta por la fiscalía y el abogado de la víctima- como la defensa de los imputados, hicieron sus alegatos finales, por lo que el proceso quedó listo a la espera de una sentencia. Condenas que podrían superar los 20 años de prisión si se les considera culpables de los delitos de agresión sexual, agresión contra la intimidad y robo con violencia e intimidación.
La historia
El hecho ocurrió la madrugada del 7 de julio del año pasado. Según el relato de la instrucción judicial, la víctima conoció al grupo de sujetos -entre los que se encuentran un militar y un miembro del cuerpo policial de la Guardia Civil española- oriundos de Sevilla, cerca de las 03:00 horas en la céntrica Plaza del Castillo. Tras intercambiar una breve conversación, ella habría afirmado que iría a su auto a dormir. Ante la insistencia de los sujetos, ella habría cedido a que la acompañaran.
Durante el camino, y cuando pasaban justo por el frente del portal de una vivienda que se encontraba abierto, los cinco hombres la habrían tomado de las muñecas e introducido al pasaje. En el juicio, la víctima modificó en parte el relato y aseguró que no fue obligada a entrar, pero que pensó que fumarían marihuana.
El relato continúa afirmando que una vez en el interior, la joven habría sido rodeada por los sospechosos y agredida en reiteradas ocasiones por cerca de 19 minutos. Al terminar, uno de ellos le sustrajo el celular a la joven.
96 segundos
Durante el episodio, los miembros de "la Manada" grabaron seis videos que duran un total de 96 segundos y mantuvieron una conversación por WhatsApp con otros amigos donde aseguraban: "Follándonos a una entre los 5". Toda la instrucción del caso ha girado en torno a dichas imágenes y chat.
La Fiscalía sostuvo el martes en sus conclusiones finales que los acusados, que se encuentran en prisión preventiva, actuaron de forma "conjunta y coordinada", lo que dejó a la denunciante "sometida" y "sin posibilidad de resistencia". Además, afirmó que en los videos es posible ver que la joven mantuvo una actitud "pasiva y neutra", no fue participativa y sus movimientos fueron "dirigidos y/o controlados" por los presuntos agresores.
El Ministerio Público añadió que los imputados no quisieron preguntar a la joven sobre su consentimiento para las relaciones sexuales cuando pudieron hacerlo. Así, se consideró que ha quedado "acreditado" que existió un delito continuado de agresión sexual en grupo, oral, vaginal y anal, además de que existió un ilícito contra la intimidad de la víctima, ya que grabaron su actuación.
Por su parte, "la Manada" ha desestimado los delitos y sólo ha aceptado el del robo del aparato móvil. Según han asegurado, la relación sexual fue consensuada desde el comienzo, ya que la joven nunca se negó al acto. Una de los argumentos esgrimidos tiene que ver con que la mujer no muestra un actuar de resistencia al presunto ataque. Incluso, se ha sostenido que ella tuvo una actitud "activa" en el acto sexual. Eso sí, admiten que la joven no expresó verbalmente su consentimiento.
La víctima, por su parte, declaró que no pudo resistirse por la superioridad numérica y física de los procesados, lo que le hizo entrar en shock y desear que "todo terminara cuanto antes".
Una de las polémicas que más revuelo generó durante el proceso, fue que el tribunal permitió que se contratara a un investigador privado que indagara en las redes sociales de la joven, analizando publicaciones previas y posteriores a la presunta agresión. Ello provocó que miles de personas marcharan en 50 ciudades de España para protestar ante la violencia contra las mujeres, en una serie de eventos liderados por organizaciones sociales, partidos y sindicatos bajo la consigna "yo sí te creo".
En la jornada de este martes, la fiscalía solicitó 22 años y 10 meses de prisión para los acusados. Por su parte, el abogado de la joven madrileña, Miguel Ángel Morán, mantuvo su petición de 24 años y 9 meses de cárcel para cada uno de los cinco sospechosos. Para saber cuál será la decisión se deberá esperar varias semanas, pues se estima que el resultado podría demorar incluso dos meses en darse a conocer.