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Santiago: Domingo 24 de noviembre del 2024 | Actualizado 08:08
Barrios Altos es una zona tradicional de Lima, donde la noche del 3 de noviembre de 1991 se realizaba una fiesta popular (pollada) en la que de pronto irrumpieron individuos encapuchados que dispararon a los asistentes sin explicación. Murieron 15 personas, entre ellos un niño de 8 años, todos habían sido vinculados erróneamente al grupo terrorista Sendero Luminoso. Los atacantes, que gastaron 111 casquillos e impactaron 33 balas en la operación, fueron identificados como miembros del Grupo Colina, un equipo paramilitar que recibió órdenes del Gobierno de Fujimori, como parte de su programa antiterrorista.
El 18 de julio de 1992, fueron secuestrados y desaparecidos un profesor universitario y nueve estudiantes de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle (conocida como La Cantuta, por el nombre de la zona en que se localiza). Los perpetradores secuestraron, torturaron y asesinaron a las víctimas, quienes eran sospechosos por la explosión de un coche bomba. Los cuerpos fueron incinerados y enterrados por el Grupo Colina, quienes actuaron bajo órdenes directas de Vladimiro Montesinos, quien entonces era la cabeza del Servicio de Inteligencia Nacional.
A un solo día del autogolpe que perpetró Alberto Fujimori el 5 de abril de 1992 -en el que disolvió el Congreso, se intervino el Poder Judicial y se persiguió a miembros de la oposición-, fue secuestrado el periodista Gustavo Gorriti, quien llevaba varios años cubriendo los conflictos internos de Perú. Fue interceptado a la salida de su trabajo, en la revista Caretas, por hombres armados que se identificaron como Seguridad del Estado, quienes lo arrestaron en un calabozo clandestino. Al otro día fue liberado por la presión ejercida desde organizaciones internacionales de derechos humanos y periodísticas.
La noche del 27 de julio de 1992, Samuel Dyer iba a tomar un vuelo cuando fue detenido por un oficial, quien le dijo que tenía la orden de capturarlo en el aeropuerto Jorge Chávez de Lima. En su declaración, Dyer testificaría que durante el traslado le entregaron una bebida que le provocó somnolencia, y que luego fue introducido en un calabozo del que no estaría consciente hasta el otro día. Tras cinco jornadas le informaron que se encontraba detenido como presunto colaborador de Sendero Luminoso. Tras días de investigación, el empresario recobró su libertad y Fujimori argumentó que era una persona que encubría actividades ilícitas utilizando sus negocios.
