SANTIAGO.- Un convulsionado fin de año está viviendo la escena política y social peruana, y su inesperado protagonista es el congresista
Kenji Fujimori, hijo del cuestionado
ex Presidente Alberto Fujimori.
El jueves pasado, el parlamentario del poderoso
bloque opositor Fuerza Popular se transformó en pieza clave para la continuidad en el poder del Mandatario
Pedro Pablo Kuczynski, luego de que él y otros nueve legisladores decidieran -contra lo planteado por su partido-
abstenerse en la votación de la destitución del jefe de Estado.
Esta determinación causó un quiebre en su coalición política que es liderada por su hermana,
Keiko Fujimori. Fue ella misma quien agradeció vía Twitter a quienes sí apoyaron la salida de PPK: "Orgullosa de nuestros 61 Congresistas que se mantuvieron firmes en la lucha contra la corrupción (...)
Somos Fuerza Popular y Fuerza Popular no se vende ni negocia, porque para nosotros primero es el Perú!", escribió la ex candidata presidencial, sin hacer referencia directa al actuar de su hermano.
El polémico indulto presidencial
Alguien que sí alzó la voz fue el portavoz alterno de Fuerza Popular,
Héctor Becerril, quien declaró que "lo mínimo que tienen que hacer (esos 10 parlamentarios) es presentar su carta de renuncia" e informó que su grupo ha decidido iniciar un proceso disciplinario, ya que con esta decisión
"no sólo traicionaron al partido, sino también al país".
Además, el vocero aseguró que la opción de apartarse de la determinación tomada por la bancada fue para favorecer el indulto para el sentenciado Alberto Fujimori (que gobernó entre 1990 y 2000), que el 2009 fue encarcelado.
La noche del domingo, en vísperas de Navidad, la teoría planteada por Becerril tomó mayor fuerza, luego de que
Kuczynski otorgara el indulto presidencial al ex Mandatario. La medida generó gran molestia en activistas por los derechos humanos y bloques de izquierda que ayudaron al actual Presidente a imponerse en los comicios de 2016 ante Keiko.
Luego de que se diera a conocer este controversial anuncio, medio centenar de peruanos protestaron a pocas cuadras del palacio presidencial. Además, desde la ONG Human Rights Watch calificaron la determinación como "una vulgar negociación política".
Por su parte, Kenji dijo estar "eternamente agradecido" por la decisión del Mandatario, la que definió como un "noble y magnánimo gesto". "En unos días (Alberto Fujimori) disfrutará de la libertad que se merece. Y les hace llegar sus mejores deseos en esta Navidad", añadió el congresista.
Fujimori estaba sentenciado a 25 años de prisión por su responsabilidad en el asesinato de 25 personas, entre ellas un niño de ocho años, durante su Gobierno . Además, acumulaba otras condenas por corrupción que tenía que cumplir hasta 2032 e iba a salir a los 93 años.