Debe ser, sin lugar a dudas, el Presidente "outsider" más emblemático de todos. Se hizo conocido como actor de radio, cine y televisión, lo que le sirvió de plataforma para hacer una reconocida carrera política, la que tuvo su germen en la época en que trabajaba para General Electric y debía dar discursos a los trabajadores.
Si bien partió militando en el Partido Demócrata, en 1962 se cambió al Republicano. Cuatro años después, se presentó al cargo de gobernador de California, asumiendo en 1967. Se mantuvo en el puesto hasta 1975.
Luego, y tras dos intentos fallidos por ser candidato presidencial republicano, en 1980 finalmente logró representar a su partido, imponiéndose en los comicios y convirtiéndose en Mandatario. Estuvo dos periodos en el cargo, entre 1981 y 1989, convirtiéndose en una figura determinante durante la Guerra Fría.
Pasó de ser un niño problema con un prontuario policial importante a convertirse en Presidente de Filipinas. Hablamos de Joseph Estrada, el controvertido ex Mandatario que, antes de ser político fue un reconocido actor.
En la década de 1960, se encumbró como uno de los actores más populares del cine local, participando en más de cien películas. Posteriormente, siguió como productor de taquilleros filmes.
Fue esa popularidad la que lo llevó a incursionar en política, llegando a ser Presidente en 1998, cargo que ocupó hasta 2001. Todo esto, pese a su fama de bebedor, jugador y mujeriego, que sus detractores siempre buscaron cargarle encima.
Fernando Lugo partió como sacerdote y finalmente se convirtió en Presidente de Paraguay. Ingresó muy joven al seminario y posteriormente fue enviado a Ecuador, donde se desempeñó como misionero durante cinco años.
En 1994 fue consagrado obispo de la diócesis de San Pedro. Desde ese cargo, comenzó a involucrarse en política, recibiendo la atención y aceptación de los paraguayos, tomando como causa principal el apoyo a los campesinos y habitantes de zonas rurales.
En 2006 dejó el sacerdocio y el 20 de abril de 2008 se convirtió en Presidente de Paraguay, derrotando al Partido Colorado, que perdía una elección por primera vez en 61 años. Fue destituido en 2012 por el Congreso, que lo sometió a juicio político por un supuesto mal desempeño en sus funciones. Para Lugo siempre se trató de un golpe de Estado.
Desde pequeño, Michel Martelly tuvo cercanía con la música. Aprendió a tocar piano de forma autodidacta, comenzando su carrera musical precisamente desempeñándose como tecladista en eventos locales de Puerto Príncipe, la capital haitiana.
Con los años, se convirtió en uno de los máximos cultores del konpa dirèk, género bailable haitiano. Así, como una estrella de su país, decidió involucrarse en política.
De esta forma, en 2011 fue proclamado ganador de las elecciones presidenciales, convirtiéndose en la máxima autoridad haitiana, en un cargo que desempeñó hasta el fin de su periodo en 2016.
En medio de la profunda crisis de credibilidad que afectaba (y aún afecta) a la política de Guatemala y Latinoamérica en general, surgió el nombre de un comediante para gobernar a ese país centroamericano.
Jimmy Morales, popular en su país gracias a sus apariciones en televisión, apareció como una alternativa a la "vieja política", sumida en escándalos de corrupción y la salida anticipada del Gobierno de Otto Pérez Molina. Así, se erigió como el representante del partido Frente de Convergencia Nacional.
En 2016, Morales asume la Presidencia de Guatemala, marcando la presencia "outsider" en la política. No obstante, su actual Gobierno está sumido en una serie de escándalos y denuncias de corrupción.
Al principio, muchos interpretaron esto como un capricho más de un millonario excéntrico que quería probar suerte en unas elecciones presidenciales, pero que tiraría la toalla al tiempo después. Sin embargo, eso no ocurrió con Donald Trump.
El magnate era toda una celebridad en su país. Protagonizó un reality show y había aparecido haciendo cameos en numerosas películas y series, como en "Mi pobre Angelito" y "El príncipe del rap". Así, decidió postular a la Casa Blanca.
Y lo logró, triunfando primero en las primarias republicanas y luego en la elección presidencial, con un discurso alejado de la política tradicional y prometiendo "hacer a Estados Unidos grande otra vez". Asumió el puesto en enero de 2017 y su primer periodo concluirá en 2021.