SANTIAGO.- La Guardia Civil española afirmó este martes que desde noviembre de 2017 tenía la certeza de que José Enrique Abuín, alias "El Chicle", era el autor del crimen de la joven Diana Quer, cuyo cuerpo fue hallado el pasado domingo 31 de diciembre tras estar desaparecida desde agosto de 2016.
Abuín confesó el crimen hace dos días, por lo que se encuentra detenido. Según el coronel de la Unidad Central Operativa (UCO), Manuel Sánchez Corbí, desde hace más de un año los investigadores sospechaban de que "El Chicle" era el encargado de la desaparición de la joven madrileña.
El oficial confirmó además que el cuerpo los resultados de la prueba de ADN confirmaron que el cuerpo hallado el domingo corresponde al de Diana Quer. La indagatoria resolvió que el hecho de que el agua fuera pura y estuviera a bajas temperaturas, ayudó a la conservación de los restos, lo cual permitió al equipo forense y de antropólogos establecer cómo falleció la joven, y si es que, efectivamente, sufrió agresión sexual.
La investigación
Incluso, el 24 de noviembre de 2016, Abuín, llamó directamente a la Guardia Civil para preguntar por qué lo estaban siguiendo, y diez días más tarde, fue citado a declarar en calidad de testigo junto a su esposa. En su testimonio, explicó que durante la noche de la desaparición de Quer, él se encontraba robando gasolina. Sin embargo, no señaló haber estado en la localidad de A Pobra, lugar donde fue encontrado su automóvil.
El coronel de la UCO, a cargo de la investigación, explicó esta mañana que desde el minuto en que Diana desapareció, "se comenzaron a rescatar mensajes, llamadas". Según su relato, se veía que algo raro había ocurrido, y se creó un equipo de investigación, el cual fue clave en el éxito de la detención de "El Chicle".
Desde la primera instancia, el equipo investigador actuó de forma instantánea. Si bien, no es frecuente que al principio se comience a tratar el caso como si fuese algo grave, "sí nos pusimos en la situación de que había que salvar una vida. Ese fue el presupuesto con el que partimos", aclaró el comandante Sánchez Corbí.
La dificultad de la investigación hizo que el equipo fuera "descartando" todas las posibilidades a medida que el tiempo avanzaba. Lo único que se conocía era que Diana podía haberse marchado voluntariamente o no, en un vehículo. Ante esto, se realizó una composición de la noche anterior a la desaparición de la joven, para saber con quién había estado, pero nada salió de ahí.
Finalmente, se evaluó el teléfono de la víctima, quien en la madrugada había enviado un mensaje que afirmaba que la estaban siguiendo, para luego llamar a una de sus amigas, sin obtener respuesta. Por lo mismo, en un primer momento, "no había sospechoso, no había móvil, no había cuerpo, no había nada".
Tras el testimonio entregado en noviembre de 2016 por Abuín, quien seguía siendo el principal sospechoso del caso, este último entregó su teléfono para que el equipo de investigación lo analizara. Sin embargo, el móvil estaba como nuevo, sin ningún contenido. Lo mismo hizo con su automóvil, pero tampoco se encontraron pruebas.
Para agosto de 2017, cuando se cumplió el año de la desaparición de la joven, la investigación seguía con pocos resultados y sin mayor avance. No obstante, en noviembre, ya los investigadores estaban más que seguros que "El Chicle" era quién se había llevado a Diana.
Llega el 29 de diciembre, y la Guardia Civil detuvo en la localidad de Boiro (A Coruña) a un hombre acusado de intento de secuestro y agresión sexual. Esta persona figuraba dentro de la lista de posibles sospechosos de la desaparición de la joven. Al día siguiente, Santiago Villanueva, el delegado del Gobierno de Galicia, confirmó el arresto de José Enrique Abuín.
Durante sus declaraciones, el principal sospechoso dio varias versiones de los hechos. Sin embargo, cuando la esposa de este mismo comienza a desmontar su coartada, "El Chicle" vuelve a declarar, esta vez, diciendo la verdad. Fue el mismo Abuín quien condujo al equipo de investigación al lugar en el que se encontraba el cuerpo de Diana Quer.
El coronel Sánchez Corbí cerró el caso asegurando que difícilmente ninguna policía del mundo habría podido haber más. "La única duda es si hubiéramos decidido detenerle en noviembre, qué habría pasado", concluyó.