MOSCÚ.- El Gobierno de Rusia acusó este jueves a Ucrania de "prepararse para una nueva guerra", después de que el Parlamento ucraniano aprobara una nueva ley para recuperar las regiones separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk.
"De hecho, (el presidente ucraniano) Petro Poroshenko recibe facultades ilimitadas, cuasi-dictatoriales, para aplastar la disidencia y el descontento. A esto no se le puede llamar de otra forma que preparativos para una nueva guerra", afirmó la Cancillería rusa en un comunicado.
La nota denuncia que la ley contempla la creación de un mando operativo unificado que garantizará la seguridad nacional en todo el territorio nacional sin ni siquiera tener que introducir la ley marcial.
La Cancillería asegura que, al acusar a Rusia de un "acto de agresión" y de ocupar "parte de su territorio", "Kiev se intenta liberar de toda responsabilidad por la destrucción y el sufrimiento que causan al pueblo las dementes acciones de las autoridades".
Además, considera que el documento, que ya ha sido condenado por los separatistas prorrusos, "se contradice con los Acuerdos de Paz de Minsk" -que Kiev acepta, aunque considera inviables por culpa de Moscú-.
"No se habla de ninguna reintegración. Al contrario, todo se hace para dividir aún más a Ucrania y apartar a los residentes en el Donbáss", como se conoce en conjunto a las regiones de Donetsk y Lugansk, apuntó.
En opinión de Moscú, "Ucrania ha sepultado los acuerdos alcanzados en Minsk y todos los mecanismos existentes de arreglo mutuamente aceptable para superar la crisis, incluido el formato de Normandía", con participación de Ucrania, Rusia, Francia y Alemania.
También lamenta que la aprobación de la ley coincida con el anuncio de Estados Unidos de que está dispuesto a suministrar a Ucrania "armamento letal".
"Lamentablemente, somos testigos de una situación que podría provocar una peligrosa escalada en Ucrania con consecuencias imprevisibles para la paz y seguridad mundiales", concluye la nota de Exteriores.
La ley aprobada por la Rada Suprema (Legislativo ucraniano) establece como objetivo la liberación del Donbáss de la "ocupación rusa", así como el restablecimiento del orden constitucional, la integridad territorial y la protección de los derechos y libertades de los ciudadanos ucranianos que residen en esa región.
"Seguiremos allanando por la vía política y diplomática el camino para la reintegración de las tierras ucranianas ocupadas", declaró hoy el presidente ucraniano, quien llevó al Parlamento la iniciativa.
El mando del Ejército en la zona de conflicto tendrá derecho a restringir la entrada de ciertas personas o vehículos en los territorios ocupados, a verificar la documentación de civiles y funcionarios, así como al uso de la fuerza contra "aquellos que violan la ley o intentan ingresar ilegalmente en zonas de combate".
Donetsk y Lugansk, actualmente bajo control parcial de milicias prorrusas, declararon en 2014 su independencia de Ucrania tras la celebración de sendas consultas de autodeterminación que no fueron reconocidas por el Gobierno de Kiev ni por la comunidad internacional.
Esto llevó a una interminable guerra entre el Ejército y los separatistas que en los casi cuatro años de conflicto se ha cobrado la vida de más de 10.000 personas, entre militares y civiles.