SEÚL.- El fin de semana no ha sido bueno para el Gobierno surcoreano. Este sábado, su presidente, Moon Jae-in, se dirigió al hospital de Milyang, donde ayer murieron 37 personas y más de 140 resultaron heridas por un incendio.
“Me siento triste y desconsolado de que sigan ocurriendo tragedias como esta a pesar de las promesas del Gobierno de hacer nuestro país más seguro”, dijo Moon durante la visita en la que dio su pésame a los familiares de las víctimas y donde agradeció a los bomberos su labor.
Asimismo, el jefe de Corea del Sur aseguró sentirse “avergonzado” y quería expresar sus “más profundas condolencias” a los familiares y habitantes de la localidad ubicada a unos 280 kilómetros de Seúl.
El Gobierno surcoreano celebró este viernes una reunión de emergencia y solicitó poner en marcha una investigación para esclarecer las causas de lo ocurrido, mientras se investiga si el hospital mismo contaba con las medidas de seguridad necesarias.
Moon aseguró que hay que incidir más “en la prevención de esfuerzos y la gestión en seguridad”, ya que en diciembre de año pasado un incendió arrasó con un gimnasio en la ciudad de Jecheon, al centro del país, que cobró la vida de 29 personas y dejó 36 heridos.
Los bomberos tardaron cerca de tres horas en apagar el fuego, en el peor incendio registrado en Corea del Sur desde 2008.