Llegadas de la Canciller Angela Merkel, y del líder del Partido Socialdemócrata (SPD), Martin Schulz, a la sede Konrad-Adenauer-Haus del CDU.
EFE
BERLÍN.- La Canciller alemana, Angela Merkel, y el líder socialdemócrata, Martin Schulz, se reunieron este domingo para analizar el avance de las negociaciones formales iniciadas este viernes de cara a formar una nueva gran coalición en Berlín.
El encuentro comenzó a las 17:00 hora local y en el participan, además de Merkel y Schulz, hasta 15 negociadores de los partidos implicados, la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, sus socios bávaros de la Unión Socialcristiana (CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD).
El objetivo es que estas negociaciones, sobre la base del preacuerdo consensuado por ambos bloques hace dos semanas, concluyan el 4 de febrero, momento en el que el SPD comenzaría a preparar la consulta vinculante entre sus militantes, de resultado incierto.
Merkel y Schulz, al comenzar la negociación este viernes, se mostraron optimistas y pidieron celeridad alegando que ya han pasado más de cuatro meses desde las elecciones de septiembre y que Alemania y Europa están esperando.
La hoja de ruta pactada el viernes prevé que los grupos de trabajo temáticos tengan para el próximo 2 de febrero un documento consensuado.
A continuación, durante el fin de semana, las direcciones de los partidos se reunirán "con la voluntad de cerrar las negociaciones", según explicaron en un comunicado conjunto en el que se precisa que, "si fuera necesario, habría dos días más disponibles".
La parte más débil en estas negociaciones es el SPD, pese a que los malos resultados electorales y los ya más de cuatro meses de paro en Berlín (en parte por el fracaso de las primeras negociaciones, entre conservadores, liberales y verdes) han erosionado también la posición de Merkel.
Después de que el pasado domingo, en un congreso extraordinarios, los socialdemócratas dieran su visto bueno al inicio de las negociaciones con sólo el 56 % de los votos, el SPD comienza los contactos bajo presión y con una clara tendencia a la baja en las encuestas.
Si en las elecciones de septiembre tuvo el peor resultado de su historia, con un 20,5 % de los votos, los últimos sondeos lo sitúan entre el 17 y el 19 %.
El proceso aún podría descarrilar por la disidencia interna, ya que el acuerdo de gobierno final debe ser ratificado en un referéndum vinculante, en el que podrán participar los 440.000 militantes socialdemócratas.