LA PAZ.- El Gobierno de Bolivia declaró este jueves estado de emergencia en siete de las nueves regiones del país por el desborde de ríos originado por las intensas lluvias que afectan al oriente y occidente del territorio.
El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, indicó además que las lluvias ya dañaron 33.000 hectáreas de cultivos agrícolas en 29 municipios. "Hay preocupación por la producción de arroz y soya en la región de Yapacaní, Santa Rosa y Guarayos del departamento de Santa Cruz", dijo.
Por su parte, el ministro de Defensa, Javier Zabaleta, manifestó que una de las zonas más afectadas fue la localidad de Tupiza, a 788 kilómetros al sur de La Paz, donde el desborde del río Tupiza, provocó el desplome de varias viviendas y daños en al menos 47 edificaciones. "Existen unas 97 familias damnificadas. A esa región se envió cuatro toneladas de ayuda humanitaria", aseguró.
El viceministro de Defensa Civil, Carlos Brú, precisó que esa localidad "está aislada por daños en la carretera que une a Potosí, a Uyuni y a Villazón", tres localidades cercanas al límite fronterizo con Argentina, y que por lo mismo, será difícil llegar con "la ayuda humanitaria".
A través de Twitter, el Presidente de Bolivia, Evo Morales, indicó que el país está en alerta. Aseguró que, además de enviar ayuda humanitaria a las zonas más afectadas, pidió a diferentes organismos proteger a la población del intenso frente climático.
Asimismo, el Mandatario se dirigió a la zona de Tupiza, la más afectada por las inundaciones, con ayuda humanitaria para entregar a los damnificados.
Las lluvias también afectaron a cinco municipios de la amazónica región de Beni, al noreste de Bolivia, y a la localidad de Vinto, en Cochabamba, donde el río Riocha rompió su cauce natural e inundó viviendas construidas en sus ribera.
Según consignó el diario local El Deber, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología boliviano emitió una alerta naranja debido a que las lluvias se mantendrán en los próximos días en varias regiones del país.
Se espera que las tormentas provoquen el desborde de más ríos como las cuencas del Pilcomayo, Mamoré y del río Beni. Según los ministros de Estado, al menos 50.000 personas han quedado damnificadas, una cifra que podría aumentar o disminuir de acuerdo al avance de los días y dependiendo del mejoramiento del clima.
