SANTIAGO.- La unión entre Corea del Norte y Corea del Sur para conformar un sólo equipo femenino de hockey sobre hielo durante los Juegos Olímpicos (JJ.OO.) de PyeongChang no ha estado exento de polémicas. Desde que se dio a conocer la noticia, muchas controversias han salido a la luz debido a que se han tomado medidas como dejar fuera de la delegación a deportistas surcoreanas para poder admitir a jugadoras del Norte.
Situaciones como esa y la reciente petición de un alto mando estadounidense del Comité Olímpico Internacional (COI) de nominar al grupo al Premio Nobel de la Paz, han ido generando una historia de contrastes y "amor y odio" ante un mismo tema.
Esta historia inició a mediados de enero cuando Pyongyang sugirió la conformación de un sólo equipo para "mejorar" las relaciones diplomáticas entre ambas naciones, como parte de sus esfuerzos por reconciliarse con Seúl y establecer una vía para el diálogo sobre los programas nucleares que tiene Corea del Norte.
Para llegar a la creación del equipo, las Coreas tuvieron una serie de encuentros que dejaron entrever "
gestos conciliadores" adoptados por el país liderado por Kim Jong-un tras un año de tensas relaciones. Fue el pasado 17 de enero cuando se anunció que, efectivamente, ambas naciones
acordaron formar su primer equipo olímpico juntos y que, además, sus atletas marcharían unidos en la ceremonia inaugural.
Es por este "gesto conciliador" que este domingo, Angela Ruggiero, cuatro veces campeona mundial y medallista olímpica en la misma cantidad de ocasiones con la selección de EE.UU. de hockey sobre hielo, aseguró que solicitaría a otros miembros del COI que nominen al equipo que contiene 12 jugadoras de Corea del Norte y 23 del Sur al Premio Nobel de la Paz, debido a que son naciones que "técnicamente están en guerra" y es la primera vez que un equipo intercoreano compite en unos Juegos Olímpicos.
Según indicó a la agencia de noticias Reuters, Ruggiero puntualizó que le "encantaría que les den el Nobel de la Paz" y que "el equipo debe ser reconocido por el esfuerzo que realizó".
Además, agregó que "como alguien que ha competido en cuatro Juegos Olímpicos y entiende que no se trata sólo de ti, de tu equipo o de tu país, he visto el poder de lo que hicieron anoche".
Sin embargo, no todo es felicidad dentro del ambiente entre las jugadoras.
Durante la noche del sábado,
el equipo unificado hizo su debut contra Suiza frente a un público que las ovacionó durante todo el juego, debido a que era una situación que mezclaba aspectos deportivos y también políticos.
El encuentro estuvo animado por gritos y bailes coordinados del grupo de 200 animadoras que envió al evento el líder del Norte, Kim Jong-un, e incluso, el Presidente surcoreano Moon Jae-in y la hermana del líder norcoreano, Kim Yo-jong se encontraban en las tribunas observando con expectación.
A pesar de ello, los resultados no fueron los que esperaban los locales, ya que el elenco cayó 8-0, a menos de 24 horas de haberse dado inicio a los Juegos Olímpicos de Invierno, creando un tenso ambiente entre las competidoras.
Sara Murray, la entrenadora del equipo había previsto que esta compleja situación iba a ocurrir. Antes de que se anunciara que efectivamente atletas norcoreanas se unirían al grupo, la seleccionadora afirmó que es un "daño" para las jugadoras del Sur.
Según explicó en aquella ocasión, las competidoras surcoreanas se habían ganado su puesto y merecían ir todas a los JJ.OO., por lo que, de agregar gente, "afectaría definitivamente" a las nacionales. Además, señaló que llegaba a sentir que otros países podrían entender este escenario como una especie de "declaración política".
Con este contexto, la petición de Ruggiero y la relación entre las jugadoras aún tienen un futuro que escribir. Todavía quedan más de dos semanas del evento deportivo, por lo que cualquier cosa puede pasar, tanto en ese ámbito, como en la compleja relación entre ambas Coreas.