LONDRES.- La organización no gubernamental Save the Children reconoció hoy el
comportamiento "inadecuado" que tuvo un ex trabajador de esa ONG con tres trabajadoras, a las que envió mensajes de texto con contenido inapropiado.
En un comunicado, Save the Children se disculpó por la conducta de su ex director ejecutivo, Justin Forsyth, quien ahora tiene el mismo cargo en la oficina de Unicef de Nueva York. Además, la organización anunció una "revisión" de sus procedimientos ante este tipo de situaciones.
Forsyth fue investigado en dos ocasiones, en 2011 y en 2015, luego de verse implicado en incidentes con tres colegas mujeres, según la ONG. En cada una, y tras la investigación pertinente sobre su conducta, Forsyth emitió una "disculpa sin reservas" a las afectadas y con eso el asunto se consideraba cerrado.
El ex directivo admitió en un comunicado que había "cometido algunos errores personales" durante su época en Save The Children y reconoció que "en alguna ocasión" mantuvo "conversaciones inadecuadas" con colegas mujeres, las cuales ocasionaron "ofensa y dolor".
Las empleadas que se quejaron de la conducta de Forsyth indicaron a la BBC que el directivo les envió un "bombardeo de mensajes de texto" que las hicieron sentir "profundamente incómodas". Si ellas no le respondían, él enviaba un correo electrónico citándolas para mantener una "charla privada".
"Las denuncias por acoso no se abordaron con el grado de gravedad apropiado. Parecía que había más interés en evitar la exposición de mala conducta que en proteger a las empleadas mujeres de conductas de depredadores", indicó una de estas trabajadoras de forma anónima.
Este hecho se suma al reciente escándalo en el que otra ONG británica, Oxfam, se ha visto envuelta recientemente, luego que el medio "The Times" destapara que ex cooperantes y directivos organizaron orgías y contrataron a prostitutas durante una misión humanitaria en Haití en 2010, tras el terremoto que asoló ese país.
Oxfam está ahora sumida en una profunda crisis, que daña seriamente su reputación y hace peligrar sus subvenciones.
Según apuntan hoy varios medios locales, la dimisión de Forsyth de Save The Children se produjo apenas cuatro meses después de que Brendan Cox, el viudo de la diputada laborista Jo Cox, asesinada durante la campaña del referendo europeo en 2016, presentara su renuncia a esa misma ONG, de la que era responsable de estrategia.
El domino pasado, el medio británico Mail On Sunday señaló que Cox -quien era amigo de Forsyth- dimitió de sus funciones en dos organizaciones creadas en memoria de su esposa al verse involucrado en episodios pasados de supuesto acoso sexual.
El mismo medio destapó acusaciones hechas por dos ex colegas de Cox, ocurridos supuestamente cuando éste ya estaba casado con la parlamentaria laborista, que falleció a manos de un hombre de extrema derecha.
Una de las acusaciones contra Cox, quien es muy conocido en el Reino Unido por haber continuado con el legado de su esposa, alude a un caso de supuesto acoso contra una colega en 2015, cuando ambos trabajaban en Save The Children. Ese periódico también reveló que meses después, Cox habría intentado forzar a otra mujer durante un viaje a la Universidad de Harvard, en Estados Unidos.
