WASHINGTON.- El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó hoy intervenir en la disputa sobre el programa DACA, que actualmente protege de la deportación a 690.000 jóvenes indocumentados conocidos como "dreamers" (soñadores) y al que el Presidente Donald Trump quiere poner fin el 5 de marzo.
En la práctica, la decisión significa que el plan DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) sigue vigente y los servicios migratorios de EE.UU. deben seguir aceptando las peticiones de renovación de ese permiso migratorio, que frena la deportación de los jóvenes indocumentados y les permite trabajar.
En una breve notificación, el alto tribunal anunció que no admitirá a trámite el caso y
rechazó así la petición del Departamento de Justicia de EE.UU. que buscaba apelar a la decisión de una corte federal de California, que frenó los esfuerzos de Trump por poner fin al programa.
Dicho fallo, emitido el 9 de enero, determinó que el Gobierno no podía acabar por completo con el plan DACA mientras hubiera litigios pendientes sobre este programa en diferentes cortes del país, porque sus beneficiarios podrían sufrir daños irreparables.
En respuesta, el Departamento de Justicia de EE.UU. presentó un recurso directamente ante la máximo corte, sin esperar a que se posicionara el Tribunal de Apelaciones del Noveno Distrito, con sede en San Francisco, que ha fallado en numerosas ocasiones en contra de Trump.
El movimiento del Gobierno fue bastante inusual, puesto que normalmente los tribunales de apelaciones evalúan los casos antes de que lleguen a la más alta instancia judicial. En su notificación, el Tribunal Supremo hizo referencia a ese procedimiento y aventuró que el Tribunal de Apelaciones del Noveno Distrito procederá "rápidamente a decidir en este caso".
La decisión de hoy supone una pequeña victoria para los defensores de los inmigrantes, puesto que hasta que se posicione la corte de apelaciones siguen en vigor tanto el fallo del juez de California, como el veredicto que emitió este mes un magistrado de Nueva York para impedir el fin de DACA.
La Casa Blanca y el Congreso no han podido llegar a un acuerdo sobre el futuro de DACA y, ahora, la esperanza de muchos inmigrantes está en los tribunales.