SANTIAGO.- El Presidente de Argentina, Mauricio Macri, convocó a los parlamentarios a discutir acerca de una nueva legislación para el aborto, en una semana en que miles de mujeres salieron a la calle para protestar a favor de la legalización de la interrupción del embarazo en distintas zonas del país.
"Yo estoy a favor de la vida y es mi postura, pero respeto a quienes piensan distinto", sostuvo el Mandatario este lunes. "Yo respeto todas las posturas, y el país merece un debate maduro y con altura sobre este tema", añadió.
"Yo estoy a favor de la vida y es mi postura, pero respeto a quienes piensan distinto"
Mauricio Macri, Presidente de Argentina
El viernes pasado, el Ejecutivo argentino dio luz verde al debate sobre el aborto en el país, dando libertad de acción a los legisladores oficialistas del partido Cambiemos, para
entrar en la discusión sin ningún tipo de indicación restrictiva ni "obstáculos". Una iniciativa que fue valorada por las organizaciones de derechos humanos y de género, pero que causó especial rechazo en los representantes de la Iglesia Católica trasandina.
La ley actual y proyecto de ley
Un mar de emblemáticos pañuelos verdes formado por miles de manos, la semana pasada, protagonizó el multitudinario acto frente al Congreso por la campaña por el Aborto Legal, Gratuito y Seguro. "Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir" fue la consigna impulsada por el movimiento que busca que se vuelva a discutir el proyecto de ley que autoriza la interrupción del embarazo en las primeras 14 semanas.
En Argentina, actualmente, la legislación estipula que la interrupción del embarazo es ilegal y que sólo admitida en caso de violación o cuando hay peligro para la salud o la vida de la mujer. Así, las penas tanto para una mujer que abortó con consentimiento como para quienes le efectuaron el procedimiento, fluctúan entre uno y cuatro años de cárcel. Ello deriva en la realización clandestina de más de 500.000 operaciones de este tipo al año.
Más de 500.000 abortos clandestinos al año se registran en el país
La presentación del proyecto se realizará nuevamente el próximo 6 de marzo. En tanto, Legisladores de distintos bloques de izquierda llevarán a varias comisiones parlamentarias, entre ellas la de Salud, una propuesta para que se debata el proyecto el 8 de marzo en la Cámara.
Falta de acuerdo y presión de la Iglesia
Sin embargo, esta no es el primero de los intentos de las agrupaciones feministas por lograr que se apruebe la ley de aborto. Siete veces en los últimos años fracasó en el Parlamento argentino el tratamiento de una ley que legalice el aborto, pese a que descansan en el Congreso una serie de proyectos para ello.
La falta de un acuerdo sería, según los analistas, la principal razón de que no hayan prosperado estas iniciativas. Debido a las resistencias de muchos legisladores y autoridades, nunca en la historia argentina se pudo debatir una propuesta de este tipo en una sesión plenaria del Congreso.
Ni siquiera los partidos o agrupaciones de izquierda, habitualmente más progresistas, han logrado coordinarse respecto a una postura. Ya se demostró esta disimilitud durante el Gobierno peronista de Cristina Fernández de Kirchner, entre 2007 y 2015, quien afirmó públicamente durante su mandato que era contraria a la interrupción voluntaria del embarazo.
Pero las reticencias no solo provienen de sectores políticos conservadores. La Iglesia Católica ha presionado en contra del proyecto y este sábado publicó su oposición a la posibilidad de que el Parlamento debata la iniciativa. "La eliminación de la vida humana del que no se puede defender instaura el principio de que los más débiles pueden ser eliminados; acepta que unos pueden decidir la muerte de otros", opinó en una carta pública la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), según consigna la agencia DPA.
"La eliminación de la vida humana del que no se puede defender instaura el principio de que los más débiles pueden ser eliminados
Conferencia Episcopal Argentina
Esta postura contraria de la Iglesia, bajo la influencia del Papa Francisco, el argentino
Jorge Bergoglio, podría tener un peso importante en el debate de la iniciativa. En 2007, cuando todavía era obispo de Buenos Aires, Bergoglio expresó su oposición a la despenalización del aborto.
"Hay miles de madres que matan a sus hijos", dijo durante una reunión religiosa realizada en la ciudad bonaerense de Mar del Plata.
"Descuiden, que dentro de unos años van a aprobar la libertad de los hijos a matar a sus padres", añadió.
Así, el futuro del nuevo intento de las organizaciones feministas es incierto. Si bien se estima que en la Cámara baja habría espacio para debatirlo, el escenario se vuelve más nebuloso y complejo en el Senado, debido a la oposición mayoritaria de los distintos bloques. Para muchos, de hecho, los proabortistas mantienen aún una importante minoría parlamentaria.
De todas formas, la lucha del movimiento parece estar lejos de acabar. La misma jornada en que se pretende debatir el proyecto en la Cámara, el o de marzo, también se espera que cientos de argentinas participen de una huelga a nivel nacional a causa del Día Internacional de la Mujer.