El medio hermano del líder norcoreano Kim Jong-un, fue agredido el 13 de febrero de 2017 con VX, un agente neurotóxico considerado un arma de destrucción masiva, en un insólito ataque que provocó una crisis diplomática entre Malasia y Norcorea. Kim, que tenía que tomar un avión hacia Macao (China), falleció tras unos 20 minutos de agonía. La autopsia reveló restos de VX, que en pequeña dosis provoca colapso respiratorio y fallo cardíaco. Puede entrar a la sangre por inhalación o contacto con la piel.
En noviembre de 2006, el ex espía ruso y opositor al Presidente Vladimir Putin, murió a los 43 años en un hospital londinense, tras ser envenenado con polonio 210, sustancia radioactiva extremadamente tóxica. Tres semanas antes, el ex agente tomó una taza de té con otros ciudadanos rusos, Andrei Lugovoi y Dmitri Kovtun, en el hotel Millenium en la capital británica. Su muerte provocó una crisis diplomática entre Londres y Moscú, que siempre rehusó extraditar al principal sospechoso.
En septiembre de 2004, el ucraniano y candidato de la oposición, héroe de la Revolución Naranja, cayó gravemente enfermo en plena campaña por la elección presidencial en la que competía con el postulante favorito de Moscú, Viktor Yanukovich. Médicos austriacos identificaron que fue envenenado con una dioxina, compuesto químico altamente tóxico. Yúshchenko se salvó de la muerte y fue elegido presidente en enero de 2005. Pese a los cuidados, su rostro conserva manchas y enfermedades.
En septiembre de 1997, en Amán, agentes del Mosad, servicios de inteligencia israelíes, se disfrazaron de turistas canadienses e intentaron asesinar al dirigente del movimiento islámico Hamas, inyectándole veneno en el cuello. El líder palestino quedó en coma. Finalmente, fue salvado gracias a la intervención del rey Hussein de Jordania, quien le exigió al gobierno israelí entregar la composición del veneno para poder crear un antídoto, a cambio de liberar a los autores del atentado.
En septiembre de 1978, el escritor disidente búlgaro Georgi Markov se encontraba esperando en una parada de buses en un puente de Londres, cuando un desconocido le inyectó una cápsula envenenada con un paraguas. Markov no le dio importancia al incidente e incluso vio al hombre del paraguas alejarse tranquilamente. Sin embargo horas más tarde sufrió una fuerte fiebre y al cabo de cuatro días falleció. La autopsia reveló la presencia en su pierna de una cápsula del tamaño de la cabeza de un alfiler con ricina, un violento veneno.
Existen casos en los que no se ha confirmado envenenamiento, pero existen sospechas sobre ello. Es el caso de la muerte del líder palestino, Yasser Arafat, en noviembre de 2004 en Francia. Se le diagnosticó un trastorno sanguíneo, pero su viuda denunció homicidio, luego de detectarse polonio en sus objetos. Investigadores suizos analizaron el cuerpo tras su exhumación y hallaron la misma sustancia, aunque no hubo certeza de que ello provocó su muerte. En 2016, la justicia francesa confirmó el sobreseimiento de la investigación.
Algo parecido ocurre con el caso del ex Presidente chileno, Eduardo Frei Montalva, quien falleció en enero de 1982 en la Clínica Santa María. La familia asegura que indagaciones y análisis han determinado que hubo indicios de un envenenamiento. Sin embargo, también existen informes que afirman que, debido al deterioro de los restos, no es posible determinar la existencia de estas sustancias. Seis personas han sido señaladas como sospechosas por el ministro en visita que lleva el caso, Alejandro Madrid, de participar en el presunto magnicidio del ex jefe de Estado.