Jaime Bellolio (izquierda) y Miguel Ángel Calisto en su retorno a Santiago.
Christian Zúñiga, El Mercurio
SANTIAGO.- El
Gobierno de Cuba justificó la decisión de prohibir la entrada al país a un grupo de políticos internacionales, entre ellos l
os chilenos Jaime Bellolio (diputado UDI) y Miguel Ángel Calisto (diputado electo DC), quienes iban a participar en un acto de la oposición al Gobierno local, afirmando que su participación en la actividad era una "provocación" para el pueblo cubano.
Ambos dirigentes, junto a otras personalidades como
el ex Presidente de Colombia Andrés Pastrana y el ex Mandatario boliviano Jorge Quiroga, tenían presupuestado participar en la entrega del
"Premio Oswaldo Payá, Libertad y Vida", que entrega la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, grupo opositor encabezado por la cubana Rosa María Payá, hija de Oswaldo.
"Una nueva provocación anticubana se ha intentado orquestar desde el exterior, mediante el otorgamiento de un 'premio', con el objetivo de interferir en los asuntos internos de Cuba, generar inestabilidad, afectar la imagen del país y las relaciones diplomáticas de Cuba con otros Estados", afirmó la Cancillería cubana en un comunicado publicado por el diario oficial Granma.
En este sentido, el Gobierno afirmó que detrás de esta actividad hay organizaciones que "tienen sobradas credenciales como agentes de la injerencia y la subversión contra los gobiernos progresistas de Nuestra América con el propósito de destruirlos, para lo cual han dedicado significativos esfuerzos y recursos".
Estos grupos "curiosamente, guardan silencio cómplice sobre la amenaza del uso de la fuerza y la instigación reciente de EE.UU. a golpes militares contra la República Bolivariana de Venezuela, callan ante los golpes de estado en el continente, no denuncian el hambre y la pobreza, ni la discriminación racial y religiosa que están presentes en nuestra región".
De este modo, indicó, "se pretendía esta vez montar un espectáculo que afectase el normal desenvolvimiento de las elecciones generales en Cuba. Las acciones combinaron una estrategia de comunicación, a través de los medios internacionales y redes sociales, con medidas encaminadas a burlar las disposiciones jurídicas de nuestro país, y a restar legitimidad a la justa y legal actuación de nuestras autoridades".
Respecto a las personas cuyo ingreso fue prohibido, la Cancillería recalcó que éstas "sabían bien" y habían sido advertidas que "no serían bienvenidos en Cuba", asegurando que "se prestaron para participar de esta provocación en el territorio cubano, por lo que, basados en nuestras leyes y en normas internacionales, no se les permitió el ingreso a nuestro país".
"Dicha acción se inscribe en la ofensiva imperialista contra los pueblos de América Latina y el Caribe, en la que el gobierno de Estados Unidos ha declarado la relevancia y vigencia de la 'Doctrina Monroe', y ha provocado un retroceso en las relaciones bilaterales con Cuba", afirmó la entidad.
El Ministerio agregó que "a los protagonistas de esta maniobra no les interesan para nada Cuba y los cubanos, a quienes ofenden al pretender violentar el orden constitucional que libremente hemos elegido. Por eso, han tenido que acudir a recursos y personajes foráneos para procurar sus propósitos".