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La "trama rusa" en el mundo: Los conflictos que mantiene abierto el Kremlin

Un espía envenenado, sanciones económicas, su postura defensiva con Siria y las divisiones internas en Ucrania, son algunas de las situaciones que enfrenta Moscú en la actualidad.

18 de Marzo de 2018 | 17:08 | Por José Manuel Vilches, Emol.
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José Manuel Vilches, Emol.
SANTIAGO.- Que las elecciones presidenciales se hayan llevando con normalidad en Rusia, que todos los candidatos votaron sin problemas e incluso que Vladimir Putin era, desde un comienzo, el seguro ganador para alcanzar la reelección, no significa que el escenario internacional de ese país esté calmo.

Tanto Reino Unido, como Ucrania y Estados Unidos desfilan entre las naciones que enfrentan una polémica con Moscú. En Emol hicimos una recopilación de ellas, desde acusaciones de envenenamiento, a enfrentamientos levantados por antirrusos y rusófilos en países vecinos:

¿Quién envenenó al espía?


Serguéi Viktorovich Skripal es la cara de uno de los conflictos más recientes entre el gobierno de Vladimir Putin y Theresa May.

El 4 de marzo de este año, el espía de 66 años se tomó las portadas de los medios internacionales al ser encontrado inconsciente junto a su hija en Salisbury, a unos 140 kilómetros al suroeste de Londres, producto de un envenenamiento con un agente nervioso. Mientras que ellos aún se mantienen críticos en un recinto médico inglés, autoridades británicas y rusas se han culpado por este suceso.

En esta línea, y considerando que el acto fue realizado con un agente nervioso que solo se desarrolla en el país liderado por Vladimir Putin, la premier británica, Theresa May, afirmó que era "muy probable que Rusia fuera el responsable" y que pudo haber perdido el control de la sustancia que ellos producen. A esto respondió de forma inmediata la vocera del Ministerio de Exteriores de Moscú, indicando que era una provocación y "un show circense en el Parlamento" británico.

Cinco días después Rusia ordenó la expulsión de 23 diplomáticos británicos de su territorio y los declaró personas no gratas. La Primera Ministra británica fue enfática al señalar que no toleraría amenazas de Rusia y que pronto verían "sus próximos pasos", los cuales ya avanzaron en la expulsión de representantes de ese país.

Hackeos para hacer a Estados Unidos "great again"

Otra de las pugnas que estaría resolviendo el Gobierno ruso tiene relación con el mismo proceso democrático que están viviendo esta jornada: elecciones presidenciales.

El 7 de octubre, a menos de un mes de las votaciones en Estados Unidos en 2016, el Departamento de Seguridad y la Oficina del Director de Inteligencia del país norteamericano acusaron a Rusia de ataques cibernéticos para interferir en los comicios. Según ellos, la filtración de 20 mil correos que afectaban al partido demócrata de Hillary Clinton y a otras instituciones eran "coherentes con los métodos y motivaciones de esfuerzos dirigidos por los rusos".

Según Putin, "Rusia nunca ha hecho algo así a nivel estatal", negando las acusaciones de hackeos y mal información que descansaron en su país. En tanto, el entonces Presidente electo de EE.UU., Donald Trump, tres meses después de reconocer que el gobierno de su homólogo ruso pudo haber interferido y que Barack Obama no había hecho nada porque pensaba que él iba a perder, negó la supuesta conspiración entre su campaña y el Kremlin.

Las sanciones económicas impuestas


Producto del caso anterior y a otros ciber-ataques como el “NotPetya”, Estados Unidos dirigió sanciones contra casi 20 personas y cinco entidades rusas, entre las que figuran los servicios federales de Inteligencia y de Secreto Militar. Básicamente, consisten en que el Tesoro del país norteamericano congela los activos de los involucrados en su territorio, prohíbe a sus empresas realizar transacciones con ellos y aumenta la restricción de otros terceros.

Mientras que las medidas ponen en disyuntiva a Trump, que busca mejorar sus relaciones con Moscú desde la Oficina Oval, éstas no son bien vistas por todo el sector político de EE.UU. y aseguran que son una gran decepción.

Militares rusos en Siria: A más de 5.000 km de casa


Las polémicas del Kremlin también llegan a Asia, siendo en 2015 cuando los rusos entraron oficialmente al conflicto sirio en apoyo al régimen del Presidente Bashar al-Assad.

Así lo notificó un alto funcionario estadounidense en septiembre del mismo año, el cual informó del envío de piezas de artillería rusa y siete tanques a una base aérea siria para su protección. Hecho que pudo complicar seriamente la relación con la Casa Blanca, puesto que el despliegue del país europeo podría haber afectado los ataques aéreos de EE.UU. contra el Estado Islámico.

Dos años después, cuando el conflicto sirio se acentúo en 2017 y más de 2.000 yihadistas habían sido asesinados por la operación rusa, Vladimir Putin proyectó que la crisis estaba "casi finalizada" y que prontamente iría retirando sus tropas. De igual forma, en marzo de 2018, su titular de RR.EE., Serguéi Lavrov, calificó de inadmisible la amenaza norteamericana de realizar nuevos ataques en la zona aliada.

A un límite geográfico de distancia


Rusia no solo tiene conflictos con países distantes, sino también con sus vecinos. Es el caso de Ucrania, que en 1922 entró a formar parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y que en mano de Iósif Stalin sufrió una gran hambruna hasta la década de los 40. El país con la actual capital en Kiev tuvo que apoyarlo contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial, período en el que también se formó un foco antirruso dentro de su territorio.

Al morir Stalin, el también dirigente de la URSS, Nikita Jrushchov, les cedió la península de Crimea y Breznev a Ucrania. Como respuesta a estas incorporaciones, el país emocionado levantó la central nuclear de Chernóbil que en 1986 explotó y cinco años después se independizaron de Rusia cayendo en recesión económica. Desde entonces que en la nación se realzan más los grupos rusófilos de los detractores del Kremlin.

Fue en 2014, con la rebelión en contra del ex presidente ucraniano Víktor Yanukovich, que la comunidad prorrusa en Kiev solicitó ayuda a Vladimir Putin y éste intervino militarmente. Enseguida hubo un referéndum para adherirse al país en Crimea, del cual un 96% señaló estar de acuerdo y levantó un conflicto entre ambas partes. A este auge bélico se sumó la caída de un avión de Malaysia Airlines en la región ucraniana de Shajarsk, que se habría desplomado por un misil que provenía de los separatistas y que provocó 298 muertes. Un alto al fuego se ha producido desde agosto de ese año y se han firmado protocolos para darle fin a la guerra, pero breves combates amenazan el escenario limítrofe.

De igual forma, el actual presidente de Ucrania, Petró Proshenko, declaró que no reconocerían las actuales elecciones presidenciales en Crimea.
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