SANTIAGO.- Tras días de tensión en Brasil, que comenzaron con la orden de detención del
ex Presidente Luiz Inacio Lula da Silva y su posterior acuartelamiento en el sindicato metalúrgico de Sao Bernardo do Campo para evitar su captura, este sábado
el otrora Mandatario se entregó la justicia.
Lula salió esta jornada por primera vez en dos días de la sede sindical para participar en una misa en homenaje a su fallecida esposa,
Marisa Letícia. En esa actividad estuvo acompañado por adherentes y por la ex Jefa de Estado
, Dilma Rousseff.
Anteriormente, el juez Sergio Moro dictó un auto de prisión inmediata y conminó a Da Silva a entregarse durante la jornada del viernes, lo que la defensa del político respondió con la presentación de un nuevo recurso para evitar su encarcelamiento.
Esta tarde se vio al ex Presidente salir del recinto donde estaba atrincherado hace dos días, para subir a un vehículo que pertenecería a la Policía Federal. El automóvil se dirige con destino al aeropuerto, en donde lo espera un avión que lo llevará hasta Curitiba. Previamente, los manifestantes le habían impedido salir del lugar.
Una vez que Da Silva llegue a la ciudad, ubicada en el sur de Brasil, se presentará ante la policía, a la espera de que el juez ordene su ingreso a la cárcel. El otrora Mandatario está condenado a 12 años de prisión en el marco del "Lava Jato" ("Lavado de autos").
