NUEVA YORK- Rusia y Estados Unidos vieron fracasados este martes sus intentos de aprobar, cada uno por su cuenta, proyectos de resolución relativos al uso de armas químicas en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, luego del presunto ataque de este tipo ocurrido el sábado en la ciudad de Duma, en Siria.
Primero fue el veto de parte de Rusia del proyecto de resolución presentado por Estados Unidos, que proponía la creación de un nuevo "mecanismo de investigación independiente de Naciones Unidas" (Unimi) sobre el uso de armas químicas en Siria.
Se trata del veto número 12 de Moscú en la ONU para bloquear una resolución sobre Siria desde el inicio de la guerra en 2011.
Minutos después, una medida rival presentada por Rusia no logró obtener los votos necesarios para su adopción. La resolución remitía al Consejo de Seguridad la decisión final de aprobar o no las conclusiones de una investigación. Países de Occidente han denunciado la falta de independencia de este nuevo organismo que se consideró.
Este enfrentamiento entre Washington y Moscú en la ONU se produce cuando la amenaza de una acción militar occidental en Siria se incrementa.
El Presidente estadounidense Donald Trump advirtió que habrá un "gran precio a pagar" por el supuesto uso de gas tóxico en Duma que causó la muerte de al menos 40 personas, según médicos y rescatistas sirios.
Antes de la votación, la embajadora estadounidense, Nikki Haley, dijo que su resolución era "lo mínimo que el Consejo puede hacer para responder al ataque" del sábado.
El embajador ruso, Vassily Nebenzia, acusó a Estados Unidos de "plantear esta resolución" como un "pretexto" para justificar su acción futura en Siria.
"Estamos usando el veto para proteger el estado de derecho internacional, la paz y la seguridad, para asegurarnos de que no arrastren al Consejo de Seguridad a sus aventuras", alegó Nebenzia.
Doce de los 15 miembros del Consejo respaldaron la medida estadounidense, incluidos Francia, Gran Bretaña, países africanos, Kazajistán y Kuwait. Bolivia y Rusia fueron los que votaron en contra, mientras que China se abstuvo.
En tanto, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña se encontraban entre los siete países que votaron en contra de la propuesta rusa, argumentando que no crearía un panel independiente para investigar las denuncias de uso de armas químicas.
China respaldó la medida de Rusia junto con otros cuatro países, mientras que otros dos se abstuvieron.
Un proyecto de resolución requiere la aprobación de nueve votos entre los 15 integrantes del Consejo y ningún veto de sus cinco miembros permanentes: Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos.
Rusia remitió a votación un tercer proyecto que respaldaría una investigación por parte de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, pero no crearía un mecanismo para identificar a los perpetradores.
Los diplomáticos creían que tampoco se adoptaría esta medida.