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A un mes del crimen, todavía no hay respuestas sobre el asesinato de concejala brasileña

El auto que llevaba a Marielle Franco fue atacado por un grupo de desconocidos, que dispararon a quemarropa, acabando con la vida de esta dirigente y del chofer del vehículo.

13 de Abril de 2018 | 12:40 | DPA
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Diversas manifestaciones en contra de la muerte de Franco se han registrado en Brasil.

AP
RÍO DE JANEIRO.- Trece disparos, un asesinato que conmocionó al mundo y una pregunta sin respuesta todavía: un mes después de la brutal ejecución de la concejala negra Marielle Franco en Río de Janeiro, la investigación del peor crimen político ocurrido en años en Brasil sigue sin haber encontrado a los culpables.

Las autoridades aseguran que hay avances, pero no han presentado hasta ahora hipótesis claras sobre la ejecución que sacudió al país sudamericano el pasado 14 de marzo. "El abanico de posibilidades sobre el crimen se está simplificando", aseguró esta semana el ministro de Seguridad Pública del Gobierno conservador de Michel Temer, Raúl Jungmann.

"El caso de Marielle tiene que resolverse", pidió por su parte en Río Marcelo Freixo, un conocido diputado regional y activista de izquierda, y mentor político de Franco. "Para que se pueda retomar un mínimo de democracia en este país, suspendida en este momento", dijo a la agencia dpa.

El asesinato de Franco, conocida por su activismo contra la violencia policial, causó un shock en Brasil, pese a que el país amanece desde hace tiempo prácticamente a diario con noticias sobre muertes violentas por la encarnizada "guerra contra las drogas" en algunos de los barrios más pobres de las principales ciudades. Sobre todo en Río, muchas favelas están controladas por bandas de narcotraficantes, que se enfrentan brutalmente con las fuerzas de seguridad y con milicias paramilitares, muchas de estas integradas o apoyadas por funcionarios corruptos.

La muerte de Marielle Franco, sin embargo, fue simbólica: la activista negra y de orígenes muy humildes, bisexual y madre desde muy joven, denunciaba ya con su propia biografía, muchos de los males que castigan a la sociedad brasileña, y parecía estar en los inicios de una prometedora trayectoria política. "Era el símbolo de un cambio que este país quiere hace tiempo", consideró Freixo sobre su compañera en el Partido Socialismo y Libertad (PSOL).

Franco denunciaba frecuentemente los abusos policiales y las ejecuciones extrajudiciales en las favelas. Ella misma era oriunda de la favela Maré, una de las más convulsas de Río.

Las autoridades y varios medios reconstruyeron los detalles de su asesinato en las últimas semanas. Franco, de 38 años en el momento de su muerte, acababa de salir de una reunión con activistas negros en el barrio de Lapa, en el centro de la ciudad, cuando el auto en que viajaba fue atacado desde otro vehículo. Los atacantes dispararon 13 veces, cuatro balas impactaron en la cabeza y el cuello de Franco, que viajaba en el asiento trasero. Otros disparos mataron al conductor, Anderson Gomes. La asistenta de la concejala, que viajaba en el asiento del copiloto, resultó herida.

Imágenes de algunas cámaras de seguridad callejeras mostraban que los atacantes habían seguido en dos autos a Franco durante varios kilómetros desde Lapa hasta el barrio de Estácio, donde ejecutaron a la quinta concejala más votada en las elecciones de 2016. En los siguientes días los investigadores descubrieron que varios de los cartuchos utilizados procedían de un lote vendido en 2006 a la Policía en Brasilia y que había sido reportado como robado un tiempo después.

El asesinato de Franco, conocida hasta entonces sobre todo a nivel local en Río, saltó a la primera plana internacional. "Lo que la muerte hizo con ella fue presentarla al mundo", dijo Freixo. En Brasil, decenas de miles de personas salieron a protestar a las calles en los días posteriores al crimen, como si el pavor por lo ocurrido acabase de despertar al país de un largo letargo favorecido por la grave crisis institucional, económica y social que atraviesa Brasil.

Para este sábado, asimismo, fue convocado un acto masivo en Río desde las primeras horas del día, "Amanhecer por Marielle e Anderson" ("Amanecer por Marielle y Anderson"). "La sociedad necesita saber quién mató a Marielle y por qué", reclamó la directora de Amnistía Internacional en Brasil, Jurema Werneck. "Cada día que este caso sigue sin revolverse empeoran el riesgo y la incertidumbre que rodea a los activistas de derechos humanos", agregó.

La conmoción también se reflejó, sin embargo, en la crispación política que sacude a Brasil desde hace años, exacerbada estos días por el encarcelamiento del popular ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva debido a una condena a 12 años por corrupción. Una jueza de Río generó poco después del crimen críticas al publicar un post en la red social Facebook acusando a Franco de haber estado "involucrada con bandidos" por sus críticas a las operaciones policiales en las favelas. La Justicia carioca ordenó luego a Facebook cerrar varias páginas que publicaban mensajes considerados como "calumnias" contra la memoria de la política.
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