WASHINGTON.- El teniente general Kenneth McKenzie, director del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., ridiculizó este jueves la eficacia de los sistemas de defensa aérea rusos que, según aseguró, no alcanzaron ninguno de sus objetivos el pasado viernes durante la ofensiva de Estados Unidos, Francia y Reino Unido contra Siria.
"Los sistemas de defensa aérea sirios, que son de fabricación rusa completamente -diseñados por Rusia y con mantenimiento ruso- intervinieron ampliamente y fracasaron de manera integral", sostuvo McKenzie durante una rueda de prensa celebrada en el Pentágono.
Además, de acuerdo con el militar, las fuerzas del Gobierno del Presidente Bashar al-Assad reaccionaron de manera "confusa y caótica" al lanzamiento de 105 misiles por parte de las tropas aliadas el viernes, una acción que obedece al presunto uso de armas químicas por parte del "régimen" contra la localidad rebelde de Duma.
"De hecho, no tenían una imagen clara de lo que estaba pasando", afirmó.
Con estas palabras, EE.UU. insiste en rechazar las afirmaciones emitidas desde Damasco que, tal y como aseveró el propio Al-Assad el domingo, apuntan a que las fuerzas locales derribaron 70 misiles lanzados en el ataque conjunto.
McKenzie recalcó que, a pesar de la presencia de tropas rusas en Siria, donde combaten junto con las fuerzas de Al-Assad, el Kremlin decidió no "intervenir" durante la ofensiva, si bien sus sistemas de defensa aérea estaban "activos y escaneando" los cielos.
Cuestionada sobre si, ante el aparente fracaso de los sistemas de defensa rusos, Turquía cometió un error en septiembre al cerrar un acuerdo con el Kremlin para la compra de misiles antibalísticos S-400, la portavoz del Departamento de Defensa, Dana White, se limitó a decir que es ese país el que debe "decidir qué es mejor para sus intereses".
El militar volvió a ensalzar el éxito de la misión en la que fueron arrasas tres supuestas instalaciones gubernamentales en las que, según los informes de inteligencia que maneja el Pentágono, se producía y almacenaba armamento químico.
En todo caso, al igual que hizo el sábado, horas después del ataque, McKenzie reconoció que es probable que el Gobierno sirio conserve cierta capacidad residual de su programa de armamento químico, la cual estaría repartida "por todo el país", por lo que no se pueden descartar nuevos ataques en el futuro.