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Elecciones presidenciales en Paraguay: Derechista Mario Abdo Benítez lidera las votaciones

El abanderado del Partido Conservador se alza con una leve ventaja del 46,66% de los votos versus 42,62% de su rival Efraín Alegre.

22 de Abril de 2018 | 21:37 | Reuters
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Adherentes de Mario Abdo Benítez.

Reuters
ASUNCIÓN.- El candidato conservador de Paraguay, Mario Abdo Benítez, un joven político vinculado por su familia a la última dictadura, se encaminaba el domingo a ganar las elecciones presidenciales con su promesa de mantener el rumbo económico y atraer más inversiones, según resultados parciales.

Abdo, del gobernante Partido Colorado y que llegó como favorito a los comicios, lograba el 46,66 por ciento de los votos frente al 42,62 por ciento de su principal rival, Efraín Alegre, de la alianza opositora de centroizquierda, con poco más del 88 por ciento de las mesas computadas según el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).

Las cifras confirman la tendencia de encuestas a boca de urna difundidas por medios locales, que daban al conservador como ganador, aunque con una ventaja mucho menor a la proyectada en algunas de ellas.


Abdo, hijo del secretario privado del dictador Alfredo Stroessner, que gobernó Paraguay con mano de hierro por 35 años hasta 1989, venció en la interna partidaria por la candidatura a la poderosa corriente del actual mandatario Horacio Cartes.

"Voy a liderar un gran proceso de diálogo nacional", dijo Abdo, de 46 años, a periodistas en el jardín de su casa al iniciar la jornada electoral, poco antes de votar y visitar la tumba de su padre en un cementerio de Asunción.

Aunque no hubo grandes diferencias a nivel de propuestas macroeconómicas entre los principales candidatos, Abdo representa la continuidad y propone tributos bajos y exenciones para estimular la inversión extranjera y la producción del agro del país, cuarto exportador mundial de soja.

El ex senador educado en Estados Unidos y conocido como "Marito" también ha dicho que quiere tender lazos con China sin comprometer su vínculo diplomático con Taiwán.

En la sede del Partido Colorado, los festejos ya habían comenzado. Partidarios de Abdo agitaban banderas rojas y sus seguidores bailaban en la calle frente al edificio.

"Necesitamos más seguridad, medicamentos en los hospitales, una mejora en las escuelas que se están cayendo, ojalá Marito pueda trabajar en eso", dijo Marta Sanabria, de 55 años, en un puesto callejero situado en una plaza del centro de Asunción.

Cautela


Desde el búnker de Alegre, aseguraban que iban a esperar hasta que finalizara el conteo para pronunciarse y criticaron las encuestas a boca de urna por supuestamente distorsionar las expectativas del electorado.

Alegre había prometido gobernar para los que menos tienen, salud pública gratuita y bajar la tarifa de la energía eléctrica para aprovechar la producción de las gigantes hidroeléctricas Itaipú y Yacyretá, que Paraguay comparte con Brasil y Argentina.

Y en los últimos días llamó a los paraguayos a votar en favor de la democracia y no "del pasado" al que acusa a Abdo de representar.

El Partido Colorado gobernó Paraguay las últimas siete décadas con la excepción del período 2008-2013. El domingo peleaba codo a codo con la coalición de centroizquierda en varias gobernaciones importantes, donde tenía buenas chances de arrebatarlas a la oposición, según los resultados parciales.

De acuerdo con las encuestas previas, el partido gobernante podría perder escaños en el Congreso, que renueva 80 bancas en la cámara baja y unas 45 en la cámara alta.

Si Abdo resulta electo podría tener que hacer concesiones para asegurar apoyo en el parlamento.

Pero quien sea que gane la contienda heredará un país con una economía que creció sostenidamente los últimos años gracias a las exportaciones de materias primas y la inversión privada, pero que tiene una distribución muy desigual de la riqueza y más de un cuarto de la población en la pobreza.

"Todavía tenemos deudas sociales. Tenemos una pobreza que si bien se ha bajado (...) no hay explicación de que tengamos pobreza", reconoció Cartes al salir del local de votación.

El saliente mandatario, quien intentó sin éxito cambiar la Constitución para postularse a un segundo período consecutivo, es candidato al Senado, al igual que los ex presidentes Nicanor Duarte Frutos y Fernando Lugo.

"Este es un país de corruptos y hasta no vencer la corrupción no nos vamos a ir para adelante. Mario Abdo es un hijo de la dictadura, no creo que haga buen gobierno", dijo Edgar González, de 45 años, cuando salía de votar en una escuela de clase media de Asunción.
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