El líder norcoreano, Kim Jong-un, tendió la mano al diálogo con Corea del Sur durante su discurso de Año Nuevo, en el que anunció que su país estaba dispuesto a enviar una delegación a los Juegos Olímpicos de Invierno de febrero.
Seúl responde al tono conciliador del régimen norcoreano con la propuesta de una reunión de alto nivel para el 9 de enero con el fin de facilitar la participación de Corea del Norte en PyeongChang 2018.
Corea del Norte acepta reabrir la línea telefónica con el Sur, después de que esta quedara cerrada en febrero de 2016, como parte de la voluntad de diálogo entre ambos países.
Seúl y Washington acuerdan retrasar sus maniobras militares anuales hasta después de los Juegos Olímpicos, en un momento marcado por el acercamiento entre ambas Coreas.
El equipo de las dos Coreas de hockey sobre hielo femenino juega su primer partido, un histórico encuentro deportivo que no se producía desde 1991.
Las dos Coreas celebran la primera reunión de alto nivel en más de dos años en la aldea de Panmunjom, situada en la frontera que divide ambos países, en la que abogaron por aliviar la tensión regional y convocar nuevas conversaciones de cara a los Juegos.
Una orquesta norcoreana ofrece un histórico recital en Seúl entre las críticas en contra del régimen.
Arrancan los Juegos de Invierno con una emotiva ceremonia en la que se escenificó el acercamiento de las dos Coreas con un desfile conjunto bajo una sola bandera.
El presidente de la Asamblea Suprema norcoreana, Kim Yong-nam, y la hermana y asesora del líder, Kim Yo-jong, llegan a Seúl para liderar la delegación norcoreana de los Juegos de Invierno.
Kim Jong-un invita al Presidente surcoreano, Moon Jae-in, a celebrar la primera cumbre intercoreana en más de una década "lo antes posible", tras la visita de la delegación norcoreana al país vecino.
Pyongyang y Seúl llegan a un acuerdo "satisfactorio" para celebrar una cumbre -la primera en once años- y establecen el mes de abril como la fecha para el encuentro.
Anuncian desde Washington que se producirá una histórica cumbre entre el Presidente de EE.UU., Donald Trump, y Kim con el objetivo de lograr la desnuclearización de Corea del Norte.
Corea del Norte abandona su aislamiento político con la visita de Kim Jong-un a Beijing para reunirse con el Presidente chino, Xi Jinping. Este supuso el debut diplomático del líder norcoreano.
Las dos Coreas acuerdan el 27 de abril como la fecha para su cumbre, que se celebrará en el Peace House, un pabellón del lado sur de la Zona de Seguridad Conjunta (JSA).
Corea del Sur y Estados Unidos inician sus maniobras militares anuales, tras más de un mes de aplazamiento y con un perfil mucho menor al que es habitual, en pleno proceso de distensión política en la península.
Ese mismo día, Kim y su esposa, Ri Sol-ju, acuden a un concierto ofrecido por artistas surcoreanos en Pyongyang -el primero en más de una década-, en el que participan 160 artistas del Sur.
Corea del Sur manifiesta su intención de que la cumbre intercoreana se salde con un acuerdo de paz con el Norte, lo que pondría fin a la situación de guerra técnica en la que se encuentran ambos países.
Corea del Norte se compromete a completar su desnuclearización sin exigir la retirada de las tropas estadounidenses del Sur, según explicó Moon.
Las dos Coreas ponen en marcha una línea telefónica directa entre sus líderes una semana antes de que se celebre la cumbre.
Corea del Norte anuncia que el país suspenderá sus pruebas nucleares y de misiles intercontinentales, así como el cierre de su centro de ensayos nucleares.