SANTIAGO.- Un total de seis sospechosos han sido arrestados, luego del tiroteo al interior de una comisaría en el departamento de La Matanza, Buenos Aires, y que fue perpetrado por un grupo de hombres disfrazados de policías.
El hecho se produjo el lunes alrededor de las cinco de la madrugada, cuando cuatro sujetos ingresaron a la Comisaría 1° de la ciudad de San Justo fuertemente armados, con gorros negros y falsos chalecos antibalas. En su intento por tomarse el lugar, se enfrentaron a tiros con los agentes policiales, dejando a una oficial gravemente herida.
Según se informó, tres de los detenidos habrían participado directamente en el asalto que tenía como fin el rescate de uno de los presos, mientras que los otros serían cómplices del operativo.
Pero además de ello, una serie de detalles de la investigación fueron revelados este miércoles por el diario trasandino Clarín. Según la publicación, uno de los arrestados sería especialmente clave en el operativo. Se trata de
Zahira Ludmila Bustamante, polola de Leandro Aranda (22), quien se encuentra preso en el mencionado cuartel policial por supuesto homicidio desde agosto pasado.
La joven de 19 años fue indicada como el cerebro del plan delictual que buscaba liberar a Aranda, y como quien incluso habría calculado un segundo intento de fuga al ver frustrada la primera ejecución en la comisaría.
Las indagaciones señalan que Bustamante había logrado entregarle de forma clandestina un celular a su pareja. A través de WhatsApp, ambos se comunicaban y organizaban los pasos que se debían seguir para llevar a cabo el "rescate". Ello hasta que fue detenida la noche del lunes. La joven volvió a la comisaría donde ocurrió el tiroteo y fue captada camuflándose entre los familiares de los otros presos.
Las fuerzas de seguridad le requisaron su celular y lograron extraer de él una serie de conversaciones que dejaban en evidencia el plan de la pareja. Al mismo tiempo, en la celda de Aranda se encontraron cuatro teléfonos, uno de ellos el que utilizaba para comunicase con Bustamante.
Un segundo intento
A través de estos chats los investigadores pudieron conocer las intenciones de Bustamante de llevar a cabo un segundo intento de huida. Su idea era ejecutarlo durante el traslado de los presos a otras dependencias, desatando un tiroteo en el lugar. Eso explicaría la presencia de la joven en la puerta de la comisaría.
También explicaría la presencia de Bruno Marullo Postigo (19) rondando por la zona. Fue arrestado ese mismo lunes en la noche a solo unas cuadras del centro policial. Fue identificado en las grabaciones del momento del tiroteo como quien conducía el auto en el que huyeron los delincuentes. De hecho, al ser apresado tenía en su poder los papeles de un vehículo igual. Se cree que también era el encargado de llevar a Aranda y Bustamante luego de que ejecutaran el segundo plan de fuga.
6 sospechosos han sido detenidos en relación al tiroteo en la comisaría
Los otros sospechosos corresponden a sujetos de 15, 22, 29 y 30 años, cuyos nombres aún no han sido revelados por la policía. Todos fueron arrestados en el marco de seis allanamientos llevados a cabo este miércoles.
La trama narco
Además del asalto, llama la atención el caso por el que Aranda fue detenido en agosto pasado. Fue acusado de ser uno de los responsables de la muerte de Nicolás Ojeda, asesinado a comienzos de 2017.
Según fuentes de Clarín, Ojeda y Aranda habían robado 70 kilos de cocaína a un narcotraficante. Sin embargo, el primero se habría quedado con la parte de su compañero. "Sabía que lo iban a ir a buscar, entonces se fue de la villa y se mudó a La Matanza. El día del crimen, estacionó su auto a dos cuadras de la casa donde vivía y lo acribillaron", dijo una fuente del caso.
Aranda también había sido detenido anteriormente por delitos de encubrimiento, robo automotor, hurto y tenencia de drogas, en su mayoría cometidos cuando era menor de edad y en la jurisdicción de Buenos Aires.
Según se consigna, esta vez terminó preso en la comisaría de San Justo, donde ocurrió el tiroteo, por falta de cupo en la capital. No obstante, en este centro penitenciario había un total de 46 presos al momento del asalto. Su construcción está pensada para una capacidad de 18.
