ESTOCOLMO .- El gasto militar global aumentó en 2017 a su valor más alto desde la Guerra Fría, en un año en que Estados Unidos, China y Arabia Saudita fueron los que más dinero destinaron a la defensa, según un estudio del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI, por sus siglas en inglés).
Según esas informaciones, el gasto militar global aumentó hasta los 1,73 billones de dólares el año pasado, un 1,1 por ciento más que en 2016, lo que equivale a 230 dólares por habitante. El aumento del gasto militar mina la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos en todo el mundo, alertan los investigadores.
Estados Unidos sigue encabezando la lista de los que más gastaron, con 610.000 millones de dólares, una cantidad mayor a la de los siete que le siguen en la lista juntos y que representa más de un tercio del gasto militar global.
La cifra se mantuvo estable en relación a 2017, poniendo fin a la "tendencia a la baja que había comenzado en 2010", según dijo Aude Fleurant, al frente del programa de armas y gasto militar del SIPRI. El gasto no sólo se destina a personal militar, sino también a la modernización de armas convencionales y nucleares, según el informe.
China, en segundo lugar, gastó 228.000 millones de dólares, lo que representa el mayor aumento absoluto en el gasto, de 12.000 millones de dólares o un 5,5 por ciento, medidos en precios constantes de 2016. El instituto de investigación calcula que la participación de China en el gasto global se duplicó desde 2008 hasta el 13 por ciento. Sin embargo alerta que los datos oficiales podrían ser menores a su gasto real en defensa.
Otro dato llamativo del informe es que Arabia Saudita reemplaza a Rusia en el tercer lugar de quienes más gastaron en 2017, con 69.400 millones de dólares. La región de Medio Oriente es donde el gasto militar representó el mayor porcentaje en relación al producto interno bruto (PIB), al ubicarse en poco más del cinco por ciento, indicó el SIPRI, que aclaró de todos modos que la información sobre varios países, como Siria, Emiratos Árabes Unidos, Qatar o Yemen, era incompleta.
"Pese a los bajos precios del petróleo, los conflictos armados y las rivalidades a lo largo de Oriente Medio están impulsando un aumento en el gasto militar en la región", manifestó Pieter Wezeman, investigador senior en el programa del SIPRI. Siete países de esa región están entre los diez con mayor gasto militar en relación al PIB, como Omán con un 12 por ciento del PIB o Arabia Saudí con el diez por ciento.
Llamativa es la caída del gasto de Rusia, hasta ahora tercero en el ranking, un 20 por ciento en términos reales hasta los 66.300 millones de dólares. Se trató de la primera caída desde 1998, que SIPRI atribuyó a factores como la bajada de los precios del petróleo. "La modernización militar sigue siendo una prioridad en Rusia", aclaró Wezeman.
India, por su parte, superó a Francia al situarse en quinto lugar, con un desembolso de casi 64.000 millones de dólares.
El desembolso conjunto de los cinco países que más gastaron en defensa representó un 60 por ciento total. Europa fue responsable de un 20 por ciento del gasto militar global. Cuatro de los 15 países que figuran entre los que más dinero destinaron a defensa están en el viejo continente: Francia, Reino Unido, Alemania e Italia.
En tanto, la participación de Asia y Oceanía fue de alrededor de un 25 por ciento, impulsada principalmente por China. En la región, entre los que más gastaron estuvieron India, Japón, Corea del Sur y Australia. En Ãfrica, Argelia sigue siendo el país que más dinero destina a defensa, pero su gasto bajó en 2017 a raíz de la caída del precio del petróleo y el gas, indicó SIPRI.
En tanto, en América del Sur el gasto aumentó un cuatro por ciento, impulsado por Argentina y Brasil.
Los investigadores no sólo basan su estudio anual en datos oficiales de los presupuestos de defensa de los países, sino también de otras fuentes, como estadísticas de bancos centrales o de la OTAN, así como respuestas de los gobiernos a consultas que hacen por ejemplo las Naciones Unidas. Las cifras incluyen salarios, costos de operaciones, compra de armas y equipos, así como gasto en investigación y desarrollo.