El Presidente iraní, Hassan Rouhani, y el Mandatario estadounidense, Donald Trump.
Agencias
SANTIAGO.- El lunes, el Presidente de Estados Unidos,
Donald Trump, informó que finalmente este martes comunicará al mundo su decisión respecto de si permanecerá o se saldrá del acuerdo nuclear que su país y otras cinco potencias mundiales firmaron con Irán en 2015, pacto que ha sido sumamente criticado por el Mandatario.
El anuncio se llevará a cabo días antes de la fecha prevista, el 12 de mayo, y ocurre en medio de
las intensas gestiones llevadas a cabo por otros líderes mundiales para convencer al Presidente estadounidense de no salirse del pacto que en su momento fue tan aplaudido.
Pero, ¿qué está en juego con esta decisión? ¿Podría peligrar la paz y seguridad mundial si el acuerdo se cancela? Revisa aquí las claves y lo que podría ocurrir.
El acuerdo
El 14 de julio de 2015, el llamado Grupo 5+1, que reúne a EE.UU., Reino Unido, China, Francia, Rusia y Alemania, firmó con Irán un histórico acuerdo nuclear tras meses de negociaciones, lo que fue celebrado por casi la totalidad de la comunidad internacional y el principal promotor de este pacto, el entonces Presidente estadounidense Barack Obama.
En el documento, las partes acordaron levantar las sanciones contra el país persa, el cual al mismo tiempo se comprometió a no elaborar armas nucleares y enfocar su desarrollo sólo en lo que respecta a la investigación científica.
De este modo, mientras Irán acordaba
deshacer el 98% del uranio enriquecido que tenía y mantener el nivel de enriquecimiento por debajo del 5%, su contraparte se comprometía a echar pie atrás a las resoluciones y sanciones tomadas en contra del país islámico, las que se retomarían si Teherán incumple lo pactado.
Se trata de un punto bastante importante, considerando que las sanciones impuestas por la ONU, EE.UU. y la Unión Europea a las exportaciones de petróleo desde Irán le costaron más de 160.000 millones de dólares a este país en cuatro años.
Los cuestionamientos de Trump
Sin embargo, desde que se inscribió en la carrera presidencial, Donald Trump siempre se mostró contrario a este pacto nuclear, afirmando que éste tiene "terribles defectos", calificándolo como "el peor acuerdo jamás negociado".
De esta forma, una vez en la Casa Blanca, el ahora Mandatario puso como uno de sus objetivos principales el perfeccionar este acuerdo o, de lo contrario, su país se retiraría de éste, provocando la molestia de Irán. Esto también se ha interpretado como un gesto a Israel, país aliado de EE.UU. que ha cuestionado este pacto desde su firma y que asegura que su futuro peligra si Teherán crece en el ámbito armamentístico.
Entre los argumentos de Trump para rechazar este acuerdo figuran
las numerosas acusaciones de Washington de que Teherán "financia el terrorismo", por lo que no se puede permitir a una nación de este tipo que se desarrolle nuclearmente y que, asegura, no está cumpliendo con lo pactado, por lo que se necesita tomar acciones más rigurosas.
Todo esto, pese a que el propio Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), entidad perteneciente a la ONU, ha afirmado que Irán sí ha cumplido con lo impuesto en 2015.
Sin embargo, Washington ha respaldado la última denuncia hecha por Israel sobre la existencia de un programa secreto iraní para acceder al armamento nuclear, acusando al gobierno de Hassan Rouhani de "mentir".
Lo que podría ocurrir
Mientras, desde Irán ya afirmaron que el tratado de 2015 "no es negociable" y no aceptará ninguna restricción más allá de los compromisos adquiridos aquella ocasión.
Así, el Presidente Hassan Rouhani aseguró que la actitud de Trump es
una "violación explícita" del pacto y crea una incertidumbre y miedo a sanciones que dificulta las inversiones y los negocios de las empresas extranjeras en Irán.
Por ende, Irán -que en esta materia cuenta con el apoyo de Rusia- ya ha amenazado con salirse también del acuerdo si EE.UU. no respeta lo firmado, lo que podría significar una tensión diplomática mayor.
Presión internacional
Pero mientras Trump aún mantiene la incógnita sobre la decisión que tomará, las potencias internacionales han hecho un intenso lobby para que EE.UU. permanezca.
Así, ha sido posible ver al Presidente francés
Emmanuel Macron y a la Canciller alemana
Angela Merkel circulando por la Casa Blanca para convencer al Mandatario estadounidense de continuar en el pacto. Lo mismo ha hecho el secretario de Relaciones Exteriores de Reino Unido,
Boris Johnson.
El mensaje de todos ellos es claro: el pacto sí merece ser revisado, pero es imperante que todos los países firmantes permanezcan en él para evitar un conflicto mayor. Así, la diplomacia nuevamente jugará un rol determinante.
Mientras, Trump ya tiene su decisión tomada. Sólo falta conocerla.
