PYONGYANG.- El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, llegó este miércoles a Corea del Norte, aterrizando en uno de los vértices de un torbellino diplomático orientado a preparar la esperada cumbre entre el líder Kim Jong-un y el presidente estadounidense Donald Trump.
Pompeo, que se reunió con Kim el mes pasado en Pyongyang cuando todavía era director de la CIA, llegó a Corea del Norte tras el sorpresivo anuncio del viaje, hecho por el mismo Trump en su discurso sobre Irán el martes.
Pompeo está en el Hotel Koryo de Pyongyang para asistir a una serie de reuniones, pero no hay más detalles sobre su itinerario.
En el avión, Pompeo declaró a periodistas que no estaba seguro de poder reunirse con el líder norcoreano.
"Estamos preparados para reunirnos con cualquiera que pueda expresarse en nombre del Gobierno" de Pyongyang, dijo.
Después de años de crecientes tensiones y de que desde la llegada al poder de Trump el cruce de declaraciones entre el Presidente estadounidense y el líder norcoreano adquirieran un cariz cada vez más lacerante y amenazante, una distensión ha ganado fuerza rápidamente.
El martes, Kim se reunió con el Presidente chino Xi Jinping en Dalián, en el noreste de China, seis semanas después de una cumbre bilateral entre ambos en Pekín.
En la reunión con Xi, el líder norcoreano reiteró su compromiso de desnuclearizar la península coreana, y el presidente chino pidió luego a Trump que considerase las preocupaciones de seguridad de Corea del Norte.
China está muy atenta para no quedarse fuera de las maniobras diplomáticas que permitieron gestar la histórica cumbre celebrada el mes pasado entre Kim y el presidente surcoreano Moon Jae-in y de las preparaciones de la reunión del líder norcoreano con Trump.
La visita de Pompeo coincide con una cumbre tripartida en Tokio de Japón, Corea del Sur y China, que buscan un común denominador sobre el tema de Corea del Norte.
Japón, que de los tres es el que tiene una posición más dura con respecto a Corea del Norte, ha quedado relegado en esta ráfaga diplomática y no está cómodo con el ritmo de los acontecimientos, que considera que son una concesión injustificada para Pyongyang
Además de planificar la cumbre, que se celebrará este mes o en junio, Pompeo tiene en su agenda el tema de tres estadounidenses detenidos en el país.
Desde la Casa Blanca, Trump anunció que "se conocerá más próximamente" sobre la suerte de estos detenidos.