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Boda real: Las razones de la efervescencia en torno a la monarquía británica

El simbolismo histórico de la Casa de Windsor y la cercanía con los príncipes William y Harry serían la clave del interés que generan en los ciudadanos, quienes debaten sobre la integración de Meghan Markle a la familia real.

18 de Mayo de 2018 | 07:05 | Por Valentina Salvo U., Emol
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AFP
SANTIAGO.- Si ya acaparaban las miradas del mundo hasta ahora, este sábado el príncipe Harry de Inglaterra y la ex actriz Megan Markle se convertirán en los grandes protagonistas de la escena internacional cuando ambos se encuentren en el altar de la capilla de St. Geoge en el Castillo de Windsor para dar el "Sí" .

La boda real, que comenzará al mediodía hora local (07:00 horas en Chile), ha movilizado a todo el Reino Unido y convocado a miles de personas de diversas partes del mundo, quienes han llegado hasta Londres y Windsor para ser testigos de la unión. Ambas ciudades se han transformado en el centro neurálgico del llamativo evento, atiborradas de objetos, pancartas, banderas y productos especiales inspirados en los nuevos novios.

Una situación similar a lo que ocurrió cuando el príncipe William se casó con Kate Middleton en 2011. Tal fue la efervescencia en torno al "matrimonio del siglo", que se estima que fue visto por televisión por alrededor de 2.000 millones de personas en 180 países y por unas 400 millones vía transmisiones de streaming.

Y es que aunque fuera del Reino Unido Europa cuenta con monarquías en España, Bélgica, Suecia, Países Bajos, Dinamarca, Liechtenstein, Luxemburgo, Mónaco y Noruega, ninguna de estas casas reales parece despertar tanto interés como la británica.

Símbolos de historia pero también cercanos

Una de las explicaciones para ello es su tradición ancestral. Según asegura el historiador y profesor emérito de la Universidad Católica, Julio Retamal Favereau, la monarquía implica un "simbolismo y da continuidad" a la historia, dos aspectos muy relevantes para la sociedad británica. "Hay un cierto sentimiento de respeto, de autocuestionamiento. La monarquía representa el pasado de la nación", afirma a Emol el ex académico que residió en Oxford, Inglaterra.

"Hay un cierto sentimiento de respeto (...) La monarquía representa el pasado de la nación"

Julio Retamal Favereau, historiador
Una visión que es compartida por el director del Observatorio de Asuntos Internacionales de la Facultad de Comunicaciones y Humanidades de la Universidad Finis Terrae, Alberto Rojas. "Las monarquías juegan un rol en función de ser un elemento de unidad nacional, vinculado a su tradición, a su historia y que además son un elemento sumamente importante en términos de imagen país, que incluso tienen un impacto en términos del turismo y la economía", asegura.

De hecho, se espera que la unión de Meghan y Harry genere US$ 1.360 millones de dólares a la economía de Gran Bretaña, según las proyecciones de la consultora Brand Finance.

Rojas, no obstante, menciona también otra causa clave que generaría la euforia de la sociedad británica respecto a la familia real: Diana de Gales. Según el analista, la madre de Harry y William marcó un antes y un después en la monarquía.

"El matrimonio de Diana, una plebeya que se casa con el heredero de la corona británica, es en muchos aspectos una especie de cuento de hadas que acerca a la ciudadanía a una institución que siempre se ha visto como lejana, muy exclusiva y distante del pueblo (...) Genera mucha simpatía, mucho arrastre, sobre todo dentro de la gente más joven", afirma.

El trágico fallecimiento de la carismática princesa marcó a un país que desde entonces seguiría de cerca la vida de sus entonces pequeños hijos. "Lo que el Reino Unido y el mundo han visto ha sido a sus hijos, William y Harry, crecer (...) Ellos representan un nuevo tipo de monarquía, menos rígida y más cercana", puntualiza el académico. "Tienen una serie de variables que de algún modo van rompiendo ese molde tan rígido al cual nos había tenido durante siglos acostumbrados la monarquía británica", añade.

Una integrante poco convencional

Esa nueva flexibilidad en la realeza ha comenzado a darse también debido a diversas polémicas que han marcado a la Casa de Windsor. El heredero al trono, el príncipe Carlos, se divorció de Diana un año antes de que ella muriera. Volvió a casarse con Camila de Cornualles, su antigua amante, en una boda que en un comienzo fue rechazada por la Reina Isabel II.

Hoy, la polémica ronda en torno a quien será la nueva integrante de la familia real. Megan Markle provocó los cuestionamientos de los más conservadores, reacios a aceptar que una actriz de origen extranjero y divorciada (tal como lo es Camila) se convirtiera en la esposa del menor de los príncipes. Una postura que comparte Retamal Favereau: "Ellos no son personas populares en el sentido corriente de la palabra (...) La monarquía inglesa se está suicidando. La gente va a decir que no es ni siquiera inglesa. ¿Encarna la tradición? No", critica.

"Se han abierto a matrimonios con plebeyos (...) eso refresca la imagen y la institución de las monarquías. Dejan de ser esas instituciones herméticas"

Alberto Rojas, analista internacional U. Finis Terrae
Otros, en cambio, son más optimistas al respecto. Es el caso de Rojas, quien asegura que el permitir la integración de "personas comunes y corrientes" tiene más que ver con una necesidad de evolución y apertura. "Refresca la imagen y la institución de las monarquías. Dejan de ser esas instituciones herméticas", sostiene. "No hay que olvidar que dentro de Europa también existen sectores que apuntan a la necesidad de abolir las monarquías, de que el Estado deje de gastar millones de euros en mantener su estilo de vida".

En ese mismo sentido, añade que para él, el peligro para las monarquías está más bien en dejar de ser símbolos nacionales. "No creo que las monarquías, ni la británica ni la española, entren en peligro por el hecho de abrirse a nuevos integrantes que no son de la nobleza (...) Las monarquías en general enfrentan el peligro de desaparecer en la medida en que la ciudadanía misma deje de ver en ellos una utilidad, una importancia en términos de identidad país, en términos de su historia", finaliza.
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