SANTIAGO.- Tras su visita de tres días al Vaticano y de que se conociera una dura carta que el Papa Francisco les entregó durante su encuentro, la totalidad de los obispos católicos chilenos pusieron su cargo a disposición ante el Pontífice y pidieron perdón a las víctimas de abusos sexuales.
La noticia de la renuncia, inédita en el país, se da en el marco del escándalo sexual en la Iglesia Católica chilena que se ha tomado las portadas de medios de comunicación de diversas partes del globo.
En Perú, Bolivia y Argentina han divulgado la declaración que este viernes leyó en una conferencia Juan Ignacio González, obispo de San Bernardo.
"Llegó el terremoto que se esperaba en la Iglesia chilena", comienza el reporte del diario trasandino La Nación que tituló con la "renuncia en masa" de los representantes eclesiales.
El periódico El Deber de Bolivia hizo énfasis en lo "histórica" de la decisión de los obispos, al igual que el diario El Comercio de Perú. En tanto, El Clarín de Argentina, que la destacó como su noticia principal, asegura que "la chilena es la iglesia más desprestigiada de América Latina".
Tal es el caso también de portales especializados como Vatican Insider, que además de dar cuenta de la renuncia, hace hincapié en la dura carta que el Pontífice envió a los obispos y en la que deja claro que se cometieron diversos delitos canónicos en la Iglesia chilena al tratar los casos de abuso sexual.
"Se trata de un crudo y descarnado diagnóstico sobre los elementos que determinan una crisis estructural: mentalidad eclesial elitista, clericalismo, división entre los obispos y otros males, que se manifiestan con graves resultados como la quema de documentos de archivos eclesiásticos para encubrir actos reprobables", afirma el medio.
De la misma forma, medios españoles, británicos, italianos y franceses publicaron en su versión online la noticia. El francés Le Figaro informa que el Papa buscará restaurar a "justicia" en torno a "iglesia chilena contaminada por escándalos de pedofilia".
El País de España da cuenta de que "el Papa prepara una limpieza en el episcopado chileno" y que tras la puesta a disposición de sus cargos por parte de los obispos, aún falta por conocer la respuesta del Pontífice. "El Papa deberá decidir si acepta todas las renuncias o por el contrario solo alguna, lo que de algún modo confirmaría el grado de implicación y responsabilidad de cada prelado en los casos", sostiene.
En tanto, en Reino Unido, The Guardian es mucho más pesimista y enfatiza que "el escándalo ha devastado la credibilidad de la Iglesia en el otrora país profundamente católico. También ha dañado la imagen del Papa porque este año defendió enérgicamente a un obispo acusado de presunto encubrimiento, antes de revertir su posición", haciendo referencia al caso del obispo de Osorno, Juan Barros, que fue respaldado por el Pontífice durante su visita a Chile en enero de este año.
La cadena de noticias norteamericana Abc News también remarca que es "la primera vez en la historia que toda una conferencia nacional de obispos ofreció renunciar en masa" y que todo el escándalo "puso al descubierto la devastación que la crisis de abuso ha causado a la Iglesia Católica en Chile y más allá".
