NEWCASTLE.- El arzobispo australiano Philip Wilson enfrenta a una posible pena de dos años de cárcel, tras convertirse este martes en el miembro de más alto rango de la Iglesia católica condenado por encubrir abusos sexuales a menores.
El magistrado Robert Stone leyó el veredicto contra el arzobispo de Adelaide en la corte local de Newcastle, al norte de Sydney. En su fallo, el juez señaló que Wilson había ocultado los abusos a dos monaguillos en la región de Hunter Valley atribuidos al sacerdote James Fletcher en la década de 1970, al no reportar las denuncias a la policía. Una de las víctimas, Peter Creigh, fue un testigo "veraz y confiable", agregó Stone.
Wilson, de 67 años y quien se declaró inocente de encubrimiento, quedó en libertad bajo fianza hasta la audiencia condenatoria, que tendrá lugar el 9 de junio. La fiscalía pedirá su ingreso a prisión preventiva.
En un comunicado emitido por la Iglesia, Wilson dijo estar decepcionado por la condena. "Ahora tendré que considerar los motivos y consultar con mis abogados para determinar los próximos pasos", explicó.
El fiscal Gareth Harrison alegó que Wilson estuvo implicado en el encubrimiento de los hechos para proteger la reputación de la Iglesia y dijo que había dudas sobre su honestidad. Además señaló que en la mente del prelado, las víctimas estaban en un segundo plano.
Wilson, que sufre principios de Alzheimer pero tiene una medicación que ayuda a su memoria, dijo a la corte durante su juicio el mes pasado que no recordaba si Creigh y otro monaguillo le dijeron en 1976 que fueron abusados por Fletcher. El tribunal permitió que Creigh pueda ser nombrado en los reportes sobre su testimonio, pero el otro denunciante no puede ser identificado por razones legales.
La fiscalía señaló que Wilson no ofreció detalles a la policía sobre el delito luego de que Fletcher fuese arrestado en 2004 y juzgado por abusar de otro niño. El sacerdote fue declarado culpable de nueve casos de abuso sexuales a menores y falleció en prisión por una apoplejía en 2006, cuando cumplía una condena de casi ocho años.