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Ex piloto de aerolínea de tragedia en Cuba revela irregularidades: En Chile tildaron de "basura" uno de sus aviones

Aunque lamentó el accidente, Marco Aurelio Hernández no se sorprendió con él. Relata que varias veces reportó las malas condiciones de las naves de la aerolínea mexicana Global Air, dueña del avión siniestrado. Sin embargo, ésta siguió operando.

22 de Mayo de 2018 | 11:24 | Redactado por Valentina Salvo U., Emol
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Marco Aurelio Hernández, piloteó los aviones de la aerolínea Global Air durante ocho años.

El Universal de México, GDA
SANTIAGO.- "¡Se los dije! ¡Les dije que un día pasaría una tragedia con esos aviones!". Esa fue la expresión que gritó el ex piloto Marco Aurelio Hernández cuando vio en los noticieros los reportes sobre el accidente de la aeronave arrendada por Cubana de Aviación, que el viernes pasado se estrelló en La Habana con 113 personas en su interior, dejando solo dos sobrevivientes.

Quien fuera por años trabajador de la aerolínea Global Air - registrada bajo el nombre de Aerolíneas Damojh -, dueña del Boeing 737 accidentado en Cuba, aseguró que le tocó pilotear en más de una ocasión esa y otras naves de la compañía con serios desperfectos: llantas perforadas, sin radar, con fallas en los motores y con carencia de refacciones para reparar las máquinas.

"Durante tres meses estuvimos volando sin radar vuelos nocturnos en Venezuela. En la punta del avión, una nube con granizo del tamaño de pelotas de béisbol hizo un hoyo. Gracias a Dios no nos rompió los parabrisas", aseguró en entrevista con el diario El Universal. "En otra ocasión tuvimos que pedirle a una pasajera en Puerto Vallarta su tarjeta de crédito para cargar combustible (...) Otra vez que nos quedamos sin sistema eléctrico, tuve que despegar y casi a ciegas volver a aterrizar", añadió.

Así, aunque lamentó profundamente el fatídico accidente y por sobretodo la muerte de su antiguo compañero, el capitán de la aeronave Jorge Luis Núñez, no estaba del todo sorprendido con la noticia. Marco Aurelio Hernández trabajó para Global Air de 2005 a 2013 volando aviones de gran magnitud y chárter. Desde el inicio, asegura, mantuvo al tanto a Manuel Rodríguez Campo, propietario de la empresa, de las irregularidades en los aviones que piloteó. Pero nunca tuvo una solución.

Por ello, en 2013 interpuso una demanda ante la Aeronáutica Civil de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, para denunciar el mal estado de las aeronaves y los daños a la salud de los trabajadores debido a las extenuantes jornadas laborales. Fue a raíz de dicha medida que la entidad encontró irregularidades y multó con un millón de dólares a la empresa. Pese a que su permiso para volar fue suspendido, la medida duró solo cuatro meses y luego siguió operando.

"Los inspectores apuntaban otros balances, decían que volaba con 60 pasajeros cuando yo llevaba 120 personas; el peso máximo del avión era de 117 mil libras (53.070 kilos) y nosotros despegamos con 125 mil libras (56.699 kilos). Si llegaba a ocurrir un paro de motor, no salíamos de esa (...) Yo siempre estaba firme en los controles pero cuando despegaba decía: 'ay, Diosito gracias por ayudarme'", afirmó Hernández.

Previamente, en 2010, la autorización para operar de la empresa también había sido suspendida de forma temporal, después de que uno de sus aviones tuviera que aterrizar de emergencia en Puerto Vallarta (México) debido a un problema en el tren de aterrizaje.

"Esta basura no va a volar en Chile"

Hernández rememora que durante su estancia laboral en la aerolínea trabajó dos meses con Jorge Luis Núñez. Ambos piloteaban un Boeing 737, igual al que se accidentó al despegar en La Habana el viernes pasado. "Un compañero muy capaz, muy preparado, muy serio, no sé qué le haya pasado a Núñez", comentó al portal mexicano Milenio.

"Las anomalías nos las dijeron los inspectores. 'Este avión es una cafetera, te regresas porque esta basura no va a volar en Chile'"

Marco Aurelio Hernández, ex piloto de Global Air
En aquel periodo realizaban vuelos en Chile. Fue precisamente en la capital donde, según recuerda, les advirtieron de la crítica situación en la que se encontraba la aeronave que pilotaban. "Las anomalías que tenían los aviones en Santiago de Chile nos las dijeron los inspectores: 'este avión es una cafetera, te regresas porque esta basura no va a volar en Chile'", relató al mismo medio.

También cuenta su experiencia cuando tuvo que trasladar en 2012 al equipo de fútbol mexicano Cruz Azul por parte de Sudamérica. "Antes de llegar a Perú para recargar combustible, tuvimos falla del motor izquierdo por calentamiento que fundió un balero y se tuvo que hacer un paro precautorio para que no se quemara esa turbina. Tenía a bordo a todo el equipo", asegura.

El avión siniestrado

Aerolíneas Damojh fue creada en 1990, constituyéndose en la ciudad de Guadalajara. Hace cuatro años se trasladó al aeropuerto de la ciudad de Celaya, en Guanajuato. Contaba con tres aviones en su flota, los que arrendaba a diversas compañías. Uno de ellos, el que cayó en Cuba.

El avión siniestrado, que según la empresa pasó las pruebas de mantenimiento, tenía 39 años y había operado para más de diez compañías, en siete países diferentes. Según consigna el diario español ABC, la compañía mexicana lo adquirió en 2010, cuanto ya pasaba de las tres décadas. Sin embargo, según el ex piloto, ese avión era el más nuevo y el de mejores condiciones de toda la flota de Global Air cuando él trabajaba allí.

Luego del accidente en La Habana, la autoridad aeronáutica de México volvió a cancelar de forma temporal las operaciones de Global Air. De acuerdo con lo informado por la entidad este lunes, la compañía será sometida a una "verificación extraordinaria mayor" con el objetivo de comprobar si cumple con todas las normativas y para "recopilar información" sobre el accidente.
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