SANTIAGO.- "Nuestro equipo de Estados Unidos ha llegado a Corea del Norte para hacer los arreglos de la cumbre entre Kim Jong-un y yo".
Con estas palabras, el Presidente estadounidense Donald Trump contradecía la carta que le envió el jueves al líder norcoreano, donde canceló la cita "por el bien de ambas partes, pero en detrimento del mundo".
En la misiva, Trump se refirió en duros términos a las supuestas "tremenda rabia y abierta hostilidad" que había percibido por parte de Pyongyang en su declaración más reciente. "Creo que es inapropiado, en este momento, tener esta reunión largamente planificada", añadió.
Se trataba de una reunión clave entre ambas naciones, cuyas relaciones mejoraron el los últimos meses y tendrían su punto clave en la cita concertada para el 12 de junio en Singapur. A pesar de las palabras de Trump, Corea del Norte respondió que se mantendría abierta al diálogo.
Pero todo parecía indicar que el encuentro se llevaría a cabo de igual manera. Ambos países así lo confirmaban extraoficialmente y este domingo la visita de un equipo de funcionarios estadounidenses, liderados por un ex embajador en Corea del Sur, despejó las dudas.
Horas más tarde, Trump confirmó los rumores a través de su cuenta de Twitter. "Creo realmente que Corea del Norte tiene un potencial brillante y que será una grandiosa nación en lo económico y financiero algún día. Kim Jong-un está de acuerdo conmigo en esto. ¡Va a suceder!", comunicó el Mandatario.