BARCELONA.- Josep Borrell, un veterano ministro socialista con experiencia europea y firme defensor de la unidad de España frente al independentismo catalán, vuelve a la primera línea de la política española al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de Pedro Sánchez, lo que ya ha sido un interpretado como una señal clara de los fundamentos que impulsará este nuevo Ejecutivo.
Josep Borrell Fontelles (La Pobla de Segur, Lleida, 1947) se incorporará a LaMoncloa después de haber recuperado presencia mediática en los meses de más tensión de finales de 2017, a raíz de las manifestaciones en Barcelona en contra de la declaración unilateral de independencia, convirtiéndose en una de las voces más críticas al Gobierno de Carles Puigdemont.
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Los independentistas han tenido la habilidad de contar medias verdades y mentiras de tomo y lomo durante 25 años", ha sido una de las frases más categóricas de quien fuera presidente del Parlamento Europeo y que actualmente es considerada una de las figuras históricas del Partido Obrero Socialista Español (PSOE).
Para Borrel, ingeniero aeronáutico licenciado por la Universidad Politécnica de Madrid y doctor en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense, los momentos vividos a causa de esta crisis son "casi dramáticos".
"Han pasado cosas que no tenían que haber ocurrido, nos estamos haciendo daño entre nosotros; tenemos derecho a la tranquilidad y a gozar del progreso de la España democrática de la que nos podemos sentir orgullosos", ha recalcado.
Larga carrera
La trayectoria política de Borrell se inició en 1975 cuando ingresa en las filas del PSOE. Cinco años después, en 1982, asumió la secretaría general del Presupuesto y Gasto Público y luego, en 1984, pasó a ser secretario de Estado de Hacienda, cargo desde el que incidió en la lucha contra el fraude fiscal.
En las elecciones generales de 1986 fue elegido diputado en el Congreso español y, desde entonces, consiguió sucesivas reelecciones en los comicios de 1989, 1993, 1996 y 2000.
El 11 de marzo de 1991, Felipe González lo nombró ministro de Obras Públicas y Transportes, cartera desde la que promovió la reestructuración y modernización los ferrocarriles y potenció la red de cercanías. Estuvo en el cargo hasta 1996, tras la llegada del Partido Popular al poder de la mano de José María Aznar.
Tras esto, Borrell asomaba como uno de los candidatos a suceder a González en el liderazgo del PSOE, lo que consiguió tras derrotar a otro histórico: Joaquín Almunia. Sin embargo, renunció un año después tras estallar un caso de corrupción que salpicó a dos personas de su confianza, investigadas por fraude fiscal y cohecho.
Posteriormente, el 13 de junio de 2004, fue elegido eurodiputado como cabeza de lista del PSOE y el 20 de julio fue nombrado presidente del Parlamento Europeo, cargo que ostentó hasta enero de 2007.
Regresó al ámbito europeo el 14 de enero de 2010, cuando fue nombrado presidente del Instituto Universitario Europeo con sede en Florencia, cargo del que dimitió en abril de 2012 debido a un conflicto de intereses.
Ahora, con su retorno a la política activa, es de esperar que Borrell asuma un gran protagonismo y refleje el nuevo sello que le quiere dar el socialismo a España.