Màxim Huerta en su juramento como minsitro junto al rey Felipe VI.
EFE
MADRID.- El ministro de Cultura de España, Màxim Huerta, anunció su dimisión después de conocerse que fue sancionado judicialmente en 2017 a abonar 218.000 euros a Hacienda por impuestos no pagados en 2006, 2007 y 2008, cuando trabajaba como presentador de televisión y declaraba a través de una sociedad
Huerta, que tomó posesión de su cargo el 7 de junio, hasta esta mañana se defendía por sus acciones y decía que no iba a dimitir. "Pagué lo correspondiente y asunto cerrado", comentó ayer.
Ante la polémica, el ministro convocó una conferencia de prensa. "Me voy porque amo la cultura más que nada", explicó.
"No importa que yo no haya cometido fraude fiscal ni que haya pagado una multa porque perdí una demanda que yo mismo presenté. Lo que importa es el bombardeo. Lo que busca es minar el proyecto de regeneración y de transparencia del presidente Sánchez. Y no voy a permitirlo", sentenció Huerta, según consigna El País.
La presión política a su dimisión vino desde el Partido Popular y Podemos. Pablo Iglesias, el líder de Podemos, que apoyó la censura para llevar a Pedro Sánchez al poder, reclamó la dimisión del ministro.
"Nosotros no vamos a alentar comportamientos que recuerdan a los del Partido Popular. Si el señor Màxim Huerta trató de defraudar a Hacienda tiene que dimitir inmediatamente, y si no, Pedro Sánchez lo tiene que destituir", declaró a la prensa en la jornada de ayer.