COPENHAGUE.- Dos diputados del ultraderechista Partido del Progreso noruego nominaron hoy al Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al Nobel de la Paz tras la histórica cumbre de ayer en Singapur con el líder norcoreano, Kim Jong-un.
"Lo que está ocurriendo es histórico, está en marcha un proceso que puede asegurar la paz mundial en el futuro. Es un proceso frágil, pero debemos hacer lo que podamos para contribuir a que dé buenos resultados. Creo que lo podemos hacer dándole el Nobel de la Paz a Trump", dijo a la televisión pública NRK Per-Willy Amundsen.
Amundsen y Christian Tybring-Gjedde son diputados del Partido del Progreso, una de las tres fuerzas que integran el Ejecutivo de derecha de la conservadora Erna Solberg.
Los dos parlamentarios reconocieron que no se ha firmado un acuerdo vinculante, pero resaltaron que se han incluido iniciativas para impulsar el desarme, autorizado visitas y reducido las maniobras militares estadounidenses en Corea del Sur.
"No sería la primera vez que se le da el premio a alguien involucrado en un proceso, ha pasado antes. Claro que debemos seguirlo con atención, pero haber llegado hasta donde estamos merece un Nobel de la Paz", afirmó Amundsen.
En la nominación se resalta que cumple con la voluntad de Alfred Nobel, creador de los premios, de distinguir el trabajo por el desarme y el hermanamiento de los pueblos.
Según el testamento de Nobel pueden designar candidatos al galardón de la Paz catedráticos de universidad en Derecho, Historia y Ciencias Políticas; parlamentarios, antiguos laureados y miembros de tribunales internacionales, entre otros.
Solo si quienes proponen lo hacen público se puede conocer la identidad de los candidatos, ya que el Comité Nobel noruego únicamente publica el número total de aspirantes y no confirma nombres hasta cincuenta años después.
Para el premio de la Paz de 2018 hay 329 candidatos, de los que 217 son individuos y, el resto, organizaciones.
La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) ganó el Nobel de la Paz el año pasado por alertar de "las catastróficas consecuencias humanitarias" de esos arsenales y por sus esfuerzos para lograr un tratado que los prohíba.