Seis de las víctimas eran miembros de una familia cuya casa fue incendiada por una bomba molotov.
Reuters
MANAGUA.- Al menos ocho personas fallecieron este sábado durante ataques de hombres armados en Managua, informaron fuentes policiales, lo que eleva a 178 los decesos en el marco de las protestas antigubernamentales que se iniciaron hace dos meses en Nicaragua.
Seis de las víctimas eran miembros de una familia cuya casa fue incendiada por una bomba molotov lanzada por un grupo de hombres encapuchados y armados, mientras los otros dos fueron atacados cuando quitaban barricadas de una carretera, informaron las autoridades en una nota de prensa.
El incendio de la vivienda de tres pisos se produjo al amanecer del sábado, dijeron familiares de los fallecidos. Dos de ellos sobrevivieron lanzándose desde un balcón, una mujer que está en estado grave y un niño que ingresó a un hospital con quemaduras.
De acuerdo con un testigo,
cerca de 20 hombres armados con fusiles y encapuchados llegaron en la mañana del sábado al barrio Carlos Marx y prendieron fuego la vivienda. Las acciones habrían sido en represalia a que la dueña de casa se negó a dejarles usar los pisos altos para colocar francotiradores y disparar a eventuales manifestantes, agregó.
Vecinos denunciaron que los atacantes no permitieron auxiliar a las víctimas porque disparaban contra quien quisiera acercarse a la vivienda.
Según el reporte policial, los otros dos fallecidos eran empleados de la alcaldía de Managua que fueron atacados por encapuchados cuando quitaban barricadas de una carretera.
El hecho que conmocionó a la población fue tratado este sábado en la mesa de diálogo del Gobierno de Daniel Ortega y la oposición: los obispos condenaron las muertes, mientras la oposición acusó a las autoridades de no frenar a los paramilitares y grupos de choque.
El canciller Denis Moncada negó responsabilidad y acusó a los manifestantes que estaban en las barricadas.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) expresó su "más enérgica condena por la masacre perpetrada por fuerzas parapoliciales en complicidad con la Policía", según un comunicado.
"Este crimen revela un escalamiento de la brutal represión del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo con saldo trágico de más de 178 personas asesinadas hasta la fecha", agregó la ONG.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, condenó en Twitter "este acto de terror que es un crimen de lesa humanidad y que no puede quedar impune".