La representante de EE.UU. en el Consejo de Derechos Humanos, Nikki Haley, sostuvo que su país abandonaba la instancia por ser una "organización hipócrita y centrada en sí misma".
Reuters
NUEVA YORK.-
Human Rights Watch (HRW) criticó la decisión de Casa Blanca de abandonar el Consejo de Derechos Hamanos de la ONU, señalando que la medida supone dar la espalda a las víctimas de abusos en todo el mundo.La organización con sede en Nueva York recordó que, pese a sus deficiencias,
el Consejo tiene un papel vital en la respuesta a las violaciones más graves de los Derechos Humanos.
"El Presidente (Donald) Trump ha decidido que 'América primero' quiere decir ignorar en las Naciones Unidas el sufrimiento de civiles en Siria y de minorías étnicas en Birmania", dijo en un comunicado el director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth.
Para Roth, el movimiento es un "triste reflejo de la política unidimensional de Derechos Humanos" de la administración estadounidense, que pasa por "defender de la crítica los abusos israelíes por encima de todo".
Para la ONG, la decisión supone no sólo dar la espalda a la ONU, sino también a "víctimas de abusos de los derechos humanos alrededor del mundo, incluidas en Siria, Yemen, Corea del Norte o Birmania".
"Ahora otros Gobiernos tendrán que redoblar sus esfuerzos para asegurar que el Consejo se ocupe de los problemas de derechos humanos más serios del mundo", dijo Roth.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, "habría preferido que Estados Unidos permaneciese en el Consejo de Derechos Humanos" de la organización, según dijo hoy su portavoz."La arquitectura del Consejo de Derechos Humanos de la ONU desempeña un papel muy importante en la promoción y protección de los derechos humanos en todo el mundo", apuntó el portavoz, Stéphane Dujarric, en un breve comunicado tras el anuncio de Estados Unidos.
Horas antes, preguntado ante las expectativas de que EE.UU. anunciara hoy su salida de este órgano, Dujarric ya había dicho que Guterres defiende una "participación activa de todos los Estados miembros" en ese sistema.
Estados Unidos, que ya había amenazado con retirarse de la institución con sede en Ginebra, anunció hoy oficialmente su salida.
Según Washington, durante los últimos meses ha tratado sin éxito de resolver "de buena fe" lo que considera problemas en el Consejo, como su "prejuicio crónico" contra Israel.