SANTIAGO.- Más de 2.300 niños fueron separados de sus padres y detenidos en centros de la patrulla fronteriza desde que el Presidente de EE.UU., Donald Trump, implementó en abril una política de "cero tolerancia", con la idea de desalentar a los inmigrantes que llegan por la frontera sur.
Pero las críticas alcanzaron tal nivel que el miércoles el Mandatario republicano firmó un decreto que revierte esta medida y ordena poner fin a la separación familiar. Tras ello, el siguiente paso deja cabida a diversas interrogantes que, para muchos, revelan que la crisis humanitaria de las últimas semanas en EE.UU. está lejos de terminar.
¿Podrán reunirse los 2.300 niños ya separados de sus padres?
La orden ejecutiva que Trump firmó este miércoles establece que en lugar de ser separados de sus padres al cruzar la frontera, como ocurría desde abril, desde ahora en adelante los niños indocumentados serán retenidos indefinidamente junto a sus familiares.
Sin embargo, no explicita
qué sucederá con los miles de niños que ya fueron separados y se desconoce cuándo podría comenzar a aplicar esta medida para ellos. Un escenario complejo debido a la gran cantidad de menores y personas detenidas ya en la frontera.
"Reunificar la unidad familiar será una tarea difícil", adelantó a la agencia AFP Jodi Goodwin, una abogada de migración en Texas, explicando que la institución que tiene la custodia de los niños retenidos en refugios no está sincronizada con las autoridades migratorias como para que haya una información fluida. "El sistema es muy desorganizado, caótico", describió.
¿Qué pasará con los niños que lleguen de ahora en adelante?
En esencia, el cruce ilegal de la frontera continúa siendo considerado un delito. Así, quienes lo hagan enfrentarán un proceso legal y deberán ser detenidos, ahora, junto a sus hijos. Una de las grandes dudas, no obstante, es dónde.
"Reunificar la unidad familiar será una tarea difícil"
Jodi Goodwin, abogada de migración en Texas
Un vocero del Departamento de Salud y Servicios Humanos, la agencia del Gobierno encargada de la custodia de los menores, informó el miércoles que no planean ubicar a los niños en centros de detención dirigidos para albergar a adultos. Ello, porque una decreto de 1997 estipula que los
menores no pueden permanecer en detención migratoria, aunque sea con sus progenitores, por más de 20 días. Según admitió el Departamento de Justicia, el Gobierno tiene pocos recursos legales para poder cumplir con ese plazo.
Para solucionarlo, la orden ejecutiva solicita a los abogados gubernamentales pedir una modificación a dicho fallo jurídico y así extender el límite de tiempo. Pero no está claro si los tribunales lo concederán.
Una posible alternativa, según medios estadounidenses, sería enviar a las familias a inmediaciones especiales, como bases militares u otras instalaciones del Ejecutivo cerca de la frontera. Aunque se teme que no haya espacio suficiente.
¿Todas las familias se mantendrán unidas?
Ese es uno de los problemas del decreto, según Andrea Guttin, directora legal de la ONG de defensa de los inmigrantes Houston Immigration Legal Services Collaborative, a la agencia AFP. El documento no pondrá fin a la separación de abuelos que vinieron con sus nietos, de hermanos que llegaron sin un acompañante adulto o de tíos que cruzaron la frontera con sus sobrinos. "Estos casos han sido históricamente separados y seguramente seguirán siéndolo", dijo la abogada.
¿Cómo podría influir en las elecciones legislativas de noviembre?
Para muchos analistas, las desgarradoras imágenes de niños migrantes siendo sacados de los brazos de sus padres sí tendrían repercusiones en las elecciones legislativas de noviembre, en las que se renovará la mitad del Congreso.
Principalmente, porque la tragedia provocó que las figuras y candidatos a los escaños del
Partido Demócrata fueran realzados tras su condena en bloque a la medida. Por el contrario, el conflicto llegó en medio de un
Partido Republicano incómodo y dividido entre quienes respaldan al Mandatario y quienes no.
Con el control republicano de la Cámara de Representantes vulnerable - y quizás el Senado también -, la crisis en la frontera resultaría en un quiebre mayor. Si bien toda la presidencia de Trump ha estado sumida en controversias, el rechazo suscitado por la separación de familias ha afectado consciencias, tanto en los políticos de su partido como en sus seguidores en la ciudadanía. Muchos consideran que con su plan "tolerancia cero" cruzó la línea.
De todas formas, Trump continúa cautivando a un gran sector de la población conservadora estadounidense, que en parte, votó por él en 2016 por sus promesas antimigratorias. Durante su presentación de la noche de este miércoles en Minnesota, a horas de haber firmado el decreto, el Mandatario volvió a hacer hincapié en su intención de construir un muro en la frontera con México. Una multitud lo aplaudió de pie.