MANAGUA.- El nuncio apostólico en Nicaragua, Waldemar Sommertag, se unió hoy a un grupo de obispos católicos que viajaron hacia Masaya, al este de la capital, para intentar detener una ofensiva policial contra manifestantes civiles, informaron los religiosos.
"Pedimos a quienes tienen las responsabilidades que pongan en orden sus conciencias (...) Esperamos que no van a suceder más las cosas feas que rechazamos", dijo el nuncio a periodistas en la Catedral Metropolitana de Managua.
El sacerdote polaco Sommertag asumió esta semana su cargo como representante del Papa Francisco en Nicaragua, en medio de la peor crisis social y política que vive este país en décadas y que en dos meses ha dejado al menos 215 muertos y unos 1.500 heridos, según organismos de derechos humanos independientes.
El nuncio y demás religiosos, entre ellos el cardenal Leopoldo Brenes, presidente de la Conferencia Episcopal (CEN), y el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, viajan en un microbús como parte de una caravana a la que se sumaron también dirigentes de los universitarios que protestan desde el pasado 18 de abril, así como un gran número de periodistas.
"Vamos a consolar a nuestros hermanos y hermanas de esa ciudad, especialmente nuestros sacerdotes (...) y
a hacer un llamado a las fuerzas opresoras para que detengan otra masacre en Masaya", declaró Báez.
En Masaya, a 30 km al sureste de Managua y de 100.000 habitantes, fuerzas combinadas de la Policía y paramilitares fuertemente armados desarrollan desde la madrugada (local) una operación para disolver retenes y barricadas de manifestantes. Ataques de los paramilitares y turbas que han provocado unos 23 muertos, saqueos e incendios de casas y negocios de opositores, en el marco de las protestas que sacuden al país.
El obispo Báez advirtió a los organismos de derechos humanos internacionales que podría ocurrir "una masacre inimaginable" en Monimbó, un barrio indígena donde centenares de pobladores civiles permanecen atrincherados en protesta contra el Gobierno. "¡Que el mundo lo sepa! El Gobierno de Nicaragua se prepara con antimotines y paramilitares para perpetrar otra masacre en el indefenso barrio indígena de Monimbó, Masaya. ¡Presionen a Ortega, ayúdenos, Monimbó no se toca!".
Según el activista de derechos humanos Alvaro Leiva, entre 400 y 600 policías y paramilitares incursionaron hoy en Masaya en una supuesta "operación limpieza" que comenzó hace tres días para quitar las barricadas.
Mientras, dirigentes de la opositora Alianza Cívica convocaron a una "marcha de las flores" en apoyo a la población de Masaya, prevista para realizarse el próximo sábado en una céntrica zona de la capital.
La Alianza Cívica está integrada por estudiantes, empresarios y sociedad civil y se formó tras las protestas que se iniciaron el pasado 18 de abril contra el Gobierno de Daniel Ortega."Seguimos exigiendo la renuncia de Ortega y no vamos a cesar. No podemos seguir con un Presidente genocida que está matando al pueblo", dijo el líder campesino Medardo Mairena, miembro de la coalición.