WASHINGTON.- El Tribunal Supremo de Estados Unidos respaldó hoy el veto migratorio del Presidente Donald Trump, pese a las críticas que apuntaban a que el decreto estaba dirigido a países con mayoría musulmana.
El alto tribunal falló a favor de la tercera prohibición de viaje promulgada por el Mandatario, y que afecta a Libia, Irán, Somalia, Siria y Yemen e impone restricciones para los ciudadanos de Venezuela y Corea del Norte. En un principio Chad también estaba en la lista, pero fue excluido posteriormente.
La administración Trump se había enfrascado en una dura disputa con tribunales inferiores, que alegaban que tanto la primera orden - presentada cuando llegó a la Casa Blanca en enero de 2017 - como cada nueva versión, excedieron la autoridad del jefe de Estado y fueron que motivadas por su prejuicio contra los musulmanes. Esto violaría la Primera Enmienda de la Constitución, que protege la libertad de culto.
La tercera orden del Presidente fue puesta en vigencia en septiembre de 2017 y el Supremo había permitido en diciembre su implementación, aunque de manera temporal.
Hoy, la corte consideró que
Trump posee la autoridad para prohibir a los viajeros de ciertas naciones ingresar a EE.UU. si es que cree que es
necesario para proteger al país. "Está directamente dentro del alcance de la autoridad presidencial", redactó el presidente del Tribunal,
John G. Roberts Jr., según consigna The Washington Post.
Además, rechazó las críticas que tildaban la medida de discriminatoria. "La Proclamación se basa expresamente en objetivos legítimos: impide la entrada de ciudadanos que no pueden ser investigados adecuadamente e induce a otras naciones a mejorar sus prácticas", escribió. "El texto no dice nada sobre la religión".
La sentencia fue respaldada por la mayoría conservadora del tribunal y salió adelante por 5 votos a favor y 4 en contra.
Ahora, el Mandatario puede pedir a los tribunales menores que revoquen los dictámenes que bloquearon las tres versiones del decreto, luego de recursos judiciales presentados en Hawaii y otros estados del país.
El nuevo fallo supone un influjo de combustible para Trump, pero sobre todo un respaldo a sus políticas acompañadas de una extravagante retórica antiinmigración que cimentó las bases de su campaña presidencial de 2016 y que mantiene durante su mandato.