SANTIAGO.- Casi una década vivió en México José Miguel Insulza, en medio de su exilio durante la dictadura, entre 1981 y 1988. En ese periodo, fue director del Centro de Investigación y Docencia Económicas y profesor en la Universidad Nacional Autónoma y la Iberoamericana. Además, está casado con la economista mexicana Georgina Núñez.
Por ello, el ex canciller y actual senador socialista tiene un profundo conocimiento de la sociedad mexicana, la cual enfrentará este domingo una elección presidencial, parlamentaria y de alcaldes que ha estado marcada por la violencia: En la campaña que culminó este miércoles, 130 políticos fueron asesinados y se contaron 543 agresiones.
No obstante, el también ex Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) asegura que en las grandes ciudades el clima previo a los comicios está tranquilo. Así lo ha comprobado in-situ, luego de arribar este jueves a Ciudad de México, hasta donde llegó para reunirse con su familia y también ser observador del proceso electoral.
"Yo creo que la violencia ha sido un factor sobre todo en las regiones y en las provincias. En realidad, aquí en la Ciudad de México no se ha notado mucho y probablemente en otras ciudades grandes también. Pero en distritos rurales o semi-rurales ha habido efectivamente una gran cantidad de atentados", dijo a Emol, ante la preocupación que ha despertado el tema.
¿De qué forma la violencia ha influido en la campaña y en el discurso de los candidatos?
"No creo que uno pueda encontrar un vínculo en eso, no creo que a los candidatos presidenciales esto les haya hecho cambiar su discurso. En general, hay bastante coincidencia en la necesidad de enfrentar la delincuencia organizada y todo este tipo de cosas, con énfasis en la prevención, pero a nivel presidencial no".
"Ahora, no sabría decir cuántos candidatos a alcalde o cargos locales han cambiado su discurso para evitar provocar la ira de los criminales que están en esto".
¿Qué posibilidades ve de que esta realidad cambie durante el próximo gobierno?
"Yo creo que se han hecho cosas que van en la dirección correcta y están haciendo eso desde hace varios años. La policía federal es un avance y hay muchas esperanzas puestas en ella y también en la acción de los tribunales y el trabajo que han estado desarrollando las Fuerzas Armadas en el combate al narcotráfico. Pero falta mucho por avanzar, desde luego".
¿Cómo se vive el tema de la violencia política allá? ¿Ha tenido efecto el llamado del presidente Enrique Peña Nieto a votar como forma de rechazo a esas prácticas?
"Acá se ve todo tranquilo, lo que me dice la gente que está aquí es que está todo normal. Hay mucho entusiasmo con la participación de México en el Mundial, el próximo partido es el lunes a las 10 de la mañana, por lo que se va a pasar rápidamente de la efervescencia de las elecciones del domingo al clima de efervescencia del partido".
"Acá la gente va a votar, los mexicanos votan bastante, no son demasiado abstencionistas, pero van a votar con la mente puesta en las dos cosas. El candidato que va en el primer lugar (Andrés Manuel López Obrador), es tercera vez que se presenta y entre sus partidarios hay una enorme expectativa en que esta sea la vez en que gane".
O sea, pronostica una alta votación más bien por la elección en sí misma que por la violencia…
"A pesar de todo, desgraciadamente, estos temas no llegan a las grandes ciudades. Hay violencia por cierto, hay problemas con el delito como en otras partes, pero los temas de la violencia política aquí no se sienten, no creo que vaya a haber hechos graves en ese sentido aquí o en otras ciudades grandes".
“Vamos a tener un gobierno sólido, con importante mayoría en el Congreso”
Según las encuestas, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aparece como el más probable ganador de las elecciones ¿Cómo ve su figura, considerando que se trata de un hombre de izquierda?
"Hay que esperar un poco el resultado, porque hay que ver si sale o no y si cuenta o no con un Congreso que le permita hacer las cosas que quiere hacer. Depende mucho del resultado concreto del domingo, porque aquí -al igual que en muchas partes- no va toda la gente a votar y los partidos tienen recursos y capacidad de movilizar electores".
"Esa movilización puede ser muy decisiva para acortar o agrandar distancias. Las elecciones en general son hechas de una manera muy correcta, el sistema electoral es muy bien desarrollado, por lo tanto eso hace pensar que nunca pasará algo en ese plano. Pero cuánta gente va a ir a votar y por quién es un asunto que está por verse".
"Ahora, si las cosas son como parecen ser, yo creo que vamos a tener un gobierno sólido, un gobierno fuerte, que va a tener una importante mayoría en el Congreso".
¿Cómo avizora el rol de México en América Latina, podrá AMLO ejercer contrapeso ante la presencia de la centroderecha en Brasil, Argentina e incluso Chile?
"Creo que el rol de México en la unidad latinoamericana es muy importante y siempre he pensado que un buen entendimiento entre México y Brasil, que ambos en población y condiciones económicas son más de la mitad de la región, va a condicionar a la región. Lo que sean capaces de acordar va a determinar mucho lo que va a pasar en la región".
"Espero que que el nuevo Presidente pueda influir en los organismos que se crearon en la década anterior, como la Celac, que está paralizada. Hay que hacer un diálogo realista sobre qué instituciones de las muchas que proliferaron esos años se van a mantener y cuáles se van a impulsar, así que desde el punto de vista del multilateralismo hay mucho que hacer. México es muy decisivo, tiene mucho que jugar en el hemisferio".
En cuanto a las relaciones con Chile, ¿qué cambios se podrían apreciar ante la llegada de una nueva administración, cuáles son los desafíos pendientes?
"Hay una buena relación con México, buen comercio, y no creo que eso vaya a cambiar. Probablemente en ambos países hay quienes prefieren que sea uno o el otro el que gobierne, pero eso en realidad no se ha notado mucho en la relación de los últimos años y no debería cambiar ahora".