López Obrador saluda a sus adherentes.
AFP
SANTIAGO.- "No vamos a actuar con prepotencia", señaló a la televisión mexicana el recién electo Presidente de ese país, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Y agregó: "No por tener mayoría en el Congreso vamos a llevar a cabo reformas o cambios que polaricen. Vamos a gobernar con el marco legal actual, sin modificaciones mayores".
Esas fueron algunas de las primeras declaraciones del representante de la alianza izquierdista "Juntos Haremos Historia", tras conocer los resultados de los sufragios federales ayer y que con un 53,6% de los votos lo alzarán como Jefe de Estado y de Gobierno Mexicano por seis años, desde el primero de diciembre hasta 2024.
Fue en esta misma instancia, en entrevista con la cadena mexicana
Imagen Televisión, en que aprovechó de anunciar una de sus primeras medidas contra su principal desafío:
la corrupción, el mal uso del poder público que ha pasado a formar parte de la cotidianidad de su país.
Para ello, López Obrador partió por casa. El futuro Mandatario indicó que le propondría al Congreso la modificación del artículo 102, para que el Presidente mismo pueda ser juzgado por delitos asociados. Anteriormente, sólo podía serlo por traición a la Patria y por delitos graves del orden común.
Además, en su carrera hacia el Palacio Nacional, el político de 64 años propuso hacer obligatorias las declaraciones patrimoniales de todos los servicios públicos.
Asimismo, si bien el candidato electo no ha señalado medidas directas para combatir el narcotráfico y la violencia que ha cobrado casi 30 mil vidas en su país — 130 eran políticos —, proyectó en un 4% el crecimiento económico de su país y planteó trabajar para que ello generase "empleo, bienestar, paz y tranquilidad".
"Para lograrlo (...) necesitamos la unidad de los mexicanos. Para eso estoy, para buscar la reconciliación, la unidad para sacar a México del atolladero”, enfatizó AMLO, quien en su campaña propuso la “profesionalización de la seguridad" y el relanzamiento de un programa nacional de prevención social.
En tanto, uno de sus principales futuros desafíos no tardó en llegar a pantalla. "
Espero con ansias trabajar con él. Hay mucho por hacer para beneficiar a Estados Unidos y México!", exclamó
Donald Trump a través de Twitter, horas después de conocer a quien lideraría su país vecino.
Es justamente el deseado muro de Trump el que ha levantado una barrera entre las autoridades de ambos países: la relación de México con EE.UU, su principal socio comercial y receptor de sus migrantes, ha estado marcada por una fuerte retórica en medio de las negociaciones por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). En él, el jefe de la Casa Blanca puede imponer nuevos aranceles a las economías de Justin Trudeau y AMLO.
"Si bien existen sectores como el automotriz y el de electrónica, beneficiados ampliamente por el TLCAN y cuya productividad, logros y nichos de mercado hay que defender, también es cierto que las pequeñas y medianas empresas mexicanas no están suficientemente integradas a las cadenas de valor", expresó en su "Proyecto de Nación" que contempla planes de desarrollo focalizados en el desarrollo rural.
De igual forma, el mensaje de López Obrador en campaña fue categórico: "Ni México ni su pueblo van a ser piñata de ningún Gobierno extranjero".