LONDRES. – "¿Cuántos son?", pregunta un socorrista con voz fuerte mientras su linterna se pasea por una embarrada pendiente en la cueva. "Trece", responde en inglés un pequeño. "¿Trece? ¡Genial!", replica el buceador. "Son muy fuertes".
Así fue la primera interacción de Rick Stanton y John Volanthen, dos buzos británicos, con los 12 niños de entre 11 y 16 años que, junto a su entrenador, quedaron atrapados al interior de una cueva en Tailandia hace nueve días.
Los dos voluntarios fueron quienes debieron pasar por un largo y sinuoso camino a través de cavernas inundadas para encontrar a los menores miembros de un equipo de fútbol. Y es que ambos tienen un historial de rescates difíciles en todo el mundo.
Stanton, bombero, y Volanthen, ingeniero, llegaron el miércoles pasado a Tailandia y son parte de un grupo de voluntarios conocidos como "Equipo A" en los operativos de búsqueda y rescate. El equipo incluía a un tercer británico,
Robert Harper, así como también a otros expertos internacionales y tailandeses.
"Los buzos británicos Rick y John estuvieron en la punta de lanza" del grupo de búsqueda, dijo Bill Whitehouse, del Consejo de rescate de cuevas británicas, una asociación de rescate del país."Lograron bucear en la última sección y entrar en la cámara donde los desaparecidos estaban en una cornisa sobre el agua", añadió.
Tras hablar brevemente con los buzos sobre su experiencia al encontrar a los menores, Whitehouse señaló en entrevista con la BBC las dificultades que ambos debieron superar durante la búsqueda. "Buceaban aguas arriba en el sistema (de cuevas), por lo que tuvieron que nadar contracorriente o agarrándose a las paredes", explicó.
Los rescatistas se vieron obligados a avanzar por estrechos pasadizos y aguas turbias antes de encontrar a los niños sobre una roca elevada, a unos 4 kilómetros del ingreso. "Me parece que la sección de buceo real fue de aproximadamente 1,5 km, la mitad de ellos completamente inundados", dijo, añadiendo que el tiempo de inmersión fue de unas tres horas.
Trayectoria en inmersiones difíciles
Stanton, un bombero de Coventry en el centro de Inglaterra, y Volanthen, un ingeniero informático de Bristol, en el suroeste del país, no son novatos en inmersiones difíciles. El primero, que tiene poco más de 50 años, explicó a un periódico local en 2012 que su mayor logro había sido rescatar a seis soldados británicos atrapados en cuevas en México.
Él y Volanthen también ayudaron en 2010 a encontrar a Eric Establie, un experimentado espeleólogo francés que quedó atrapado bajo tierra en la región de Ardèche, en el sur de Francia. Lamentablemente, Establie murió.
"Todas las misiones de rescate en cuevas son bastante impactantes, pero la más desafiante fue la de Francia", dijo Stanton en la entrevista, cuando iba a ser condecorado por la reina Isabel II.
"Yo y otro buceador estuvimos allí durante diez días y fue muy estresante todo el tiempo. Fue una inmersión muy peligrosa y una cueva muy peligrosa", añadió.
En aquel entonces insistió en que el buceo en cuevas era sólo una afición que comenzó a los 18 años, después de ver un documental en la televisión.
En Tailandia, el equipo ha evitado a los medios de comunicación. A su llegada al lugar de la cueva, Volanthen entregó solo una rápida frase a los periodistas: "tenemos trabajo que hacer".