BERLÍN.- La Primera Ministra británica, Theresa May, calificó de "profundamente preocupante" el nuevo ataque con el "agente nervioso Novichok", de procedencia rusa, en territorio británico, que se dio a conocer ayer, y por el que dos personas están gravemente enfermas.
En una declaración en Berlín junto a la Canciller alemana, Angela Merkel, con quien tiene previsto reunirse esta tarde para abordar la salida del Reino Unido de la UE, May prometió que el Ejecutivo "no ahorrará esfuerzos" para esclarecer lo sucedido.
De acuerdo con la policía británica, el nuevo caso de envenenamiento con un agente nervioso de procedencia rusa, se produjo el 30 de junio en el condado británico de Wiltshire, sur de Inglaterra, a 13 kilómetros de Salisbury, donde se registró el ataque contra el ex doble agente Serguéi Skripal y su hija Yulia hace ahora tres meses.
May, en una declaración previa esta mañana, se había solidarizado ya con los
dos intoxicados por Novichok y prometió todo su apoyo a la comunidad de Wiltshire, que "tiene que lidiar con las consecuencias de dos personas expuestas al agente nervioso".
"Todos mis pensamientos están con las víctimas y la población de Amesbury y Salisbury. Después del descarado y temerario intento de asesinato de los Skripals con Novichok en marzo, la comunidad mostró una tremenda fortaleza, paciencia y resistencia", manifestó.
Los dos afectados, identificados como Charlie Rowley y Dawn Sturgess, están hospitalizados en estado crítico, y las fuerzas de seguridad trabajan con la hipótesis de que ellos no eran el blanco deliberado de un ataque, sino un efecto colateral de la acción contra los Skripal.
Como represalia al ataque de marzo, Reino Unido y muchos otros países occidentales expulsaron a numerosos diplomáticos rusos de sus territorios pese a que Moscú negó cualquier vinculación con los hechos.
May agradeció hoy expresamente en Berlín a la Canciller por "el apoyo de Alemania en las recientes semanas".