MAE SAI, Tailandia.- Las autoridades sanitarias de Tailandia confirmaron hoy que los niños rescatados tras pasar más de dos semanas atrapados en una cueva del norte del país se "recuperan" y no sufren problemas de gravedad.
Los doctores han analizado la sangre y los pulmones de los menores rescatados domingo y lunes, además de proveer de manera intravenosa suero para mejorar sus defensas e inyectarles varias vacunas, dijo en rueda de prensa el secretario para la Salud Pública, Jetsada Chokedamrongsuk.
Tras el rescate de los primeros ocho menores -cuatro el domingo y otros cuatro el lunes-, fueron trasladados para evaluar su estado de salud al hospital de
Chiang Rai, capital de la provincia homónima y donde se encuentra la gruta.
Dos de los niños que fueron rescatados el domingo muestran leves irregularidades en su respiración, por lo que los facultativos sospechan que pueden sufrir de un principio de neumonía.
Los cuatro primeros llegaron con signos de hipotermia, debido a las duras condiciones que afrontaron en la gruta y durante la etapa de buceo que tenían que superar para salir al exterior. Otro de ellos tiene un pequeño corte en la pierna derecha.
"Se está alimentando a los niños con comidas suaves y de fácil digestión", indicó el
doctor Jetsada, al incidir en la pérdida de peso de los jóvenes. No obstante, ninguno tiene fiebre y se les está dando apoyo psicológico.
El facultativo indicó que los pequeños, y probablemente el profesor, estarán hospitalizados al menos una semana más.
No van a la final del Mundial de Rusia
Los chicos rescatados aún no han podido tener contacto directo con sus familiares, quienes han tenido que verlos a través de un cristal para prevenir que les pudieran contagiar alguna enfermedad debido al débil sistema inmunológico de los rescatados.
"Echamos de menos nuestra casa" y "estamos felices", son algunas de las primeras palabras que dijeron los escolares, de entre 12 y 14 años, al llegar al centro sanitario.
El grupo, formado por integrantes de un equipo de fútbol juvenil, puede ver a través de un monitor los partidos del Mundial de Rusia, pero Jetsada rechazó por causas médicas la invitación de la FIFA para que pudieran ver en directo la final del campeonato, el próximo domingo.
Los trece involucrados -doce escolares de entre 11 y 16 años y su tutor de 26- se internaron en las galerías el sábado 23 de junio tras finalizar un entrenamiento de fútbol cuando una súbita tormenta comenzó a inundar la cavidad y les cortó la salida.