Attorney Todd Bice, representante de Alvogen, fue el encargado de apelar ante la jueza de Nevada, Elizabeth Gonzalez, quien decidió aprobar la medida y aplazar la ejecución de Scott Dozier.
AP
WASHINGTON.- La Justicia de EE.UU. suspendió de forma indefinida la ejecución en Nevada de Scott Dozier después de que la farmacéutica Alvogen interpuso un recurso para que el estado no utilice sus productos en la inyección letal.
Dozier, de 47 años y condenado por dos asesinatos, había pedido que lo ejecutara tras renunciar a su proceso de apelaciones. El estado tenía previsto ejecutarlo este miércoles con una combinación no probada de tres fármacos, entre ellos el sedante midazolam, producido por Alvogen.
Nevada anunció la semana pasada que sustituiría las dosis caducadas de diazepam con el sedante midazolam. Esto hizo que expertos mostrasen su preocupación por si Dozier estaría lo suficientemente inconsciente como para no reaccionar al dolor cuando se le administrase el fentanyl y que empresas se negaran a vender el medicamento para esos fines.
Una de ellas fue Alvogen. La empresa presentó un recurso para impedir el uso de su producto, alegando que el estado lo había obtenido de forma engañosa tras su negativa a proveerlo. Según argumentó, el Departamento Correccional de Nevada hizo el pedido de midazolam a través de una farmacia en Las Vegas, lo que le permitió esquivar el veto.
Ayer, solo horas antes de que se le inyectara la combinación letal a Dozier, la jueza Elizabeth Gonzalez decidió
aceptar temporalmente el recurso de Alvogen, suspendió la ejecución y programó una nueva audiencia para septiembre.
Dozier fue condenado a muerte en 2007 por el asesinato de Jeremiah Miller, un fabricante de metanfetamina. Las autoridades hallaron el torso mutilado de Miller dentro de una maleta en la basura de un complejo de departamentos. Además, ya había sido condenado a 22 años de cárcel en Arizona por por un asesinato en 2001.
La discusión por el uso de midazolam para las ejecuciones también se tomó la opinión pública estadounidense en 2014, luego de que se reportara el caso de Clayton Lockett, un preso que agonizó durante 43 minutos después de que le suministraran una inyección defectuosa.
Las empresas farmacéuticas estadounidenses se han opuesto en la última década al uso de sus fármacos en inyecciones letales, provocando un descenso de las ejecuciones por falta de componentes. Desde que el Tribunal Supremo de EE.UU. restituyó la pena de muerte en 1976, Nevada ha ejecutado a 12 presos, el último de ellos en 2006.