SANTIAGO.- "Empleado como plataforma para cuestionar, de manera soslayada, la vigencia de los tratados, ese Pacto ya no sirve para blindar el estatus de paz inherente al respeto a los mismos. Por lo demás, nunca fue una barrera respecto de las potencias mayores, que no lo ratificaron y, a mayor abundamiento, ya se retiró Colombia, país sede de su aprobación en 1948".
Se trata de un extracto de la carta publicada por
El Mercurio este sábado, firmada por el académico de la U. de Chile
José Rodríguez Elizondo; el ex subsecretario de las FF.AA.
Gabriel Gaspar; el ex embajador
Eduardo Rodríguez; y el ex comandante en jefe del Ejército
Óscar Izurieta. En ella abogan por la conveniencia de que
Chile se retire del Pacto de Bogotá.
Para ello se basan en la actuación de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya ante la demanda de Bolivia, que "constitucionalizó un supuesto 'derecho irrenunciable e imprescriptible sobre el territorio que le dé acceso al Océano Pacífico'" a pesar de los tratados vigentes, convirtiéndolo en un "desafío internacional".
"Cuando la CIJ acogió a trámite esa demanda, dio respaldo a una estrategia sin plausibilidad jurídica, pero idónea para poner en peligro la paz internacional. Además, asumió responsabilidades propias del Consejo de Seguridad, que es el encargado onusiano del mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales", explican.
Además de sugerir que Chile debió haber cuestionado "de plano la competencia de la CIJ" no compareciendo, "con base en el artículo 53 de su Estatuto y de su jurisprudencia", los expertos critican que tras el rechazo de las excepciones preliminares presentadas por Chile, "quedó claro que la CIJ estaba por someter nuestra soberanía a revisión y que ningún fallo judicial liquidaría la estrategia de Bolivia".
Dejar el Pacto
"Chile debió equilibrar mejor los recursos del Derecho, con los de la diplomacia y la disuasión defensiva. Así, hoy anunciamos que nuestra defensa del patrimonio territorial empleará 'toda la fuerza de la historia' y no solo la fuerza de la argumentación legal. En paralelo, ya estaba legitimado el debate sobre el retiro del Pacto de Bogotá", exponen.
"No se trata de hacer de llanero solitario, reduciendo el tema a la emisión de un documento legalizado ante notario. Retirarnos exige un trabajo político y diplomático de calidad, con amplia información a los órganos principales de la ONU"
Rodríguez Elizondo, Gaspar Tapia, Rodríguez Guarachi e Izurieta Ferrer
A su juicio, Chile no debe "resignarse" a una eventual nueva demanda con "contenidos revanchistas, sea de Bolivia o de otros países de la región", sino "dejar en claro que, en lo sucesivo, asumirá la defensa de su soberanía de manera directa, sin mengua del compromiso de resolver los conflictos de poder de manera pacífica, respetando la letra y espíritu de la Carta de la ONU".
Por ello es que defienden la pertinencia de que Chile se retire del Pacto de Bogotá, señalando que la demanda técnica sobre la naturaleza del río Silala en la CIJ "no puede convertirnos en rehenes sine die de un instrumento que se hizo adverso a los intereses superiores del país".
"No se trata de hacer de llanero solitario, reduciendo el tema a la emisión de un documento legalizado ante notario. Retirarnos exige un trabajo político y diplomático de calidad, con amplia información a los órganos principales de la ONU", aseguran.
Para los expertos, "el tema de fondo no es de conveniencia adjetiva o procesal, sino de defensa sustantiva de nuestra soberanía, ejercida en un marco de bien forjada unidad nacional".